El rechazo de los escoceses a la independencia del Reino Unido en el referéndum celebrado ayer beneficia a las empresas españolas presentes en la región, según han indicado a Efe los analistas consultados.

De acuerdo a estos expertos, la permanencia de Escocia en el Reino Unido es "positiva" porque elimina "incertidumbres" vinculadas a la creación de un nuevo gobierno, fundamentalmente en tres áreas: divisas, regulación y fiscalidad.

Desde Renta 4 comentan que "había mucha incertidumbre por el tema de la divisa", ya que no estaba claro si Escocia se mantendría en la libra esterlina, si adoptaría otra moneda o si crearía una propia.

A esto añade una incertidumbre regulatoria, especialmente en negocios como el eléctrico, lo que habría afectado especialmente a Iberdrola o Repsol, con gran presencia en la región.

Un tercer factor, apuntado por el analista de Self Bank Felipe López-Gálvez, es el fiscal, ya que "Gobierno nuevo, nuevas reglas", lo que podría haber repercutido en los diversos impuestos que pagan las empresas.

Iberdrola cuenta actualmente en el Reino Unido con activos valorados en 21.000 millones de euros y con una potencia instalada de 6.477 megavatios (MW), de los que 1.612 MW son renovables, así como con 5,7 millones de clientes y 7.100 empleados.

Banco Santander, a través de su filial Santander UK, cuenta con 85 oficinas en Escocia, de las 1.000 que suma en el Reino Unido, y 7.000 millones de libras (unos 8.870 millones de euros) en hipotecas en la región, un 5 % de la cartera del país.

Por su parte, Ferrovial está presente en la región a través tanto de su división de aeropuertos -que gestiona los de Glasgow y Aberdeen- como de la de servicios, que factura 2.600 millones de euros en el conjunto del Reino Unido.

Telefónica, presente en Reino Unido desde 2006 cuando compró O2, no ofrece datos desglosados de las distintas regiones. Su presencia es muy relevante en el país, donde gestiona más de 24 millones de accesos.

También tienen importantes intereses en Escocia la constructora ACS, la petrolera Repsol, el fabricante de aerogeneradores Gamesa y distribuidoras como Inditex o Mango.

Consecuencias políticas y geoestratégicas

Pese al triunfo del "no" en el referéndum, el líder independentista Alex Salmond sale victorioso al haber conseguido más autonomía para Escocia y haber orquestado un ejercicio de democracia ejemplar.

Aun teniendo que encajar el revés de los resultados, Salmond, posiblemente el político más habilidoso del Reino Unido, sabe que se ha labrado un lugar en la historia por ser quien por primera vez dio al pueblo escocés la oportunidad de decidir su futuro.

Además, el plebiscito en Escocia, que se desarrolló por consenso, sin incidencias y en un ambiente hasta festivo, es ya un referente sin parangón para procesos similares en Europa y en el resto del mundo.

La victoria del 'sí' en el referéndum no hubiera significado automáticamente la independencia de Escocia, sino que los escoceses hubieran debido esperar hasta el 24 de marzo de 2016 para ver hecho realidad su sueño de acabar con la unión forjada con Inglaterra en 1707.

Así lo estipulaba el calendario que se marcó el ministro principal de Escocia, Alex Salmond, tras el acuerdo suscrito con el primer ministro británico, David Cameron, el 15 de octubre de 2012 para la celebración de la consulta, en la que los escoceses solo podrán decir si están a favor o en contra de la independencia.

Un voto afirmativo habría dado paso a negociar la retirada del 'Trident', el sistema de disuasión nuclear británico integrado en la OTAN compuesto por cuatro submarinos y que tiene su base en Escocia.

Escocia hubiera debido solicitar su entrada en la UE, aunque el Gobierno de Salmond consideraba que las negociaciones de adhesión hubieran debido ser rápidas, entre otras cosas también porque cree que dados los "inmensos recursos" de que dispone el territorio supone un beneficio para ambas partes, un punto de vista que en Bruselas no estaba tan claro. El nuevo Estado se hubiera puesto a funcionar a partir del 24 de marzo de 2016.

Aunque al final no trajo la victoria, el movimiento independentista hizo que la sociedad escocesa, y sobre todo los jóvenes desencantados con la política, se implicaran de nuevo y se plantearan con entusiasmo qué país querían, con la posibilidad real de cambiarlo.

Y es que el otro gran logro de Alex Salmond es haber conseguido que, a última hora y presa del pánico, los tres principales partidos parlamentarios británicos se comprometieran a cederle competencias a Edimburgo.