Odlanier Mena, exdirector de la Central Nacional de Informaciones (CNI) de la dictadura militar chilena (1973-1990), uno de los diez reos que iban a ser trasladados de cárcel se suicidó este sábado de un disparo en la sien.

Según fuentes policiales, el conocido represor disfrutaba en su domicilio de un permiso de fin de semana cuando decidió quitarse la vida de un disparo en la sien.

De 86 años, el general retirado era el mayor de los diez oficiales condenados por violaciones a los derechos humanos que debían ser trasladados desde el Penal Cordillera, en Santiago, al de Punta Peuco, a 35 kilómetros de la capital chilena, tras la decisión del presidente Sebastián Piñera de cerrar el primero.

Mena estaba condenado desde diciembre de 2008 a seis años de cárcel por tres homicidios calificados en una de las aristas del caso Caravana de la Muerte y era el único preso que podía salir de la cárcel los fines de semana, desde junio de 2011.

La Caravana de la Muerte fue una comitiva militar comandada por el general Sergio Arellano Stark, que entre octubre y noviembre de 1973 se desplazó por Chile ejecutando sin juicios a cerca de un centenar de presos políticos.

El presidente Sebastián Piñera anunció el jueves el cierre del penal Cordillera, donde permanecen los oficiales retirados en condiciones privilegiadas, y su traslado a Punta Peuco, otra prisión especial para violadores de los derechos humanos.

A última hora del viernes, la Gendarmería tenía dispuesto el traslado de los represores de la dictadura militar, pero al parecer la concentración de periodistas a las afueras del penal hizo que la institución aplazara la medida.

En ese penal, Mena compartía una de las estancias con el brigadier Pedro Espinoza Bravo, que fue el segundo jefe de la DINA, detrás del general Manuel Contreras.

Salud delicada

El abogado Jorge Balmaceda, defensor de Mena, dijo a los periodistas que el suicidio ocurrió anoche: "Se suicidó en su casa como resultado del traslado de ellos a Punta Peuco", dijo.

"Se encontraba en una situación de salud muy delicada, necesitaba auxilio de oxígeno, situación que estaba en conocimiento de Gendarmería y del personal médico que lo atendía", añadió.

"Estaba terriblemente afectado por el traslado, le afectaba mucho que en Punta Peuco no iba a tener la atención médica que necesitaba", precisó.

En los años 70, Mena mantuvo públicas discrepancias con el general Contreras y de forma coincidente con su muerte hoy el diario El Mercurio publica una carta suya en la que desmiente haber sido parte del Plan Cóndor, la coordinación que hubo entre las dictaduras de los países del Cono Sur para eliminar opositores en los años 70 y 80.

"Declaro bajo juramento que no he tenido conocimiento ni participación en dichas acciones ilegales", asegura en la misiva, en la que agrega que en 1974 aceptó un cargo en la Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE), "con la condición de no tener contacto alguno con (Manuel) Contreras".

No obstante, añade que eso no se cumplió y el mismo año se dispuso la subordinación de todos los servicios de inteligencia a la DINA, que dirigía Contreras, por lo cual "me retiré de inmediato de mi cargo y renuncié de forma indeclinable a mi institución".