El primer ministro sirio, Wael al Halqi, advirtió hoy de que su país se convertirá en "el cementerio de los invasores" y acusó a Estados Unidos y sus aliados de emplear "argumentos falsos" para justificar una intervención militar.

"Siria va a ser el cementerio de los invasores, no se va asustar por sus amenazas colonialistas y ninguna fuerza del mundo podrá vencerla", subrayó Al Halqi durante una recepción con diputados de varias provincias.

Ante la creciente presión internacional que apunta a un inminente ataque, el jefe del Gobierno aseguró que Siria "va a salir de la crisis fortalecida".

Al Halqi destacó que su país hará frente a "la mentira de la acusación de Occidente con la resistencia del pueblo sirio, su cohesión y su apoyo al Ejército", según las declaraciones difundidas por la agencia oficial Sana.

En su alocución, culpó a Estados Unidos, Israel y los países occidentales de "crear mentiras y emplear argumentos falsos como el uso de armas químicas" para lanzar un ataque. A su juicio, esa eventual intervención se debe a "la resistencia de los sirios y a las victorias continuas del valiente Ejército contra los terroristas". Al Halqi señaló que "los países que golpean los tambores de guerra contra Siria son los mismos que cometieron las masacres en Irak, Líbano y otras naciones".

El primer ministro acusó a esos países de "absorber la sangre árabe mediante el robo de sus riquezas" y responsabilizó a Estados Unidos e Israel de implantar "el terrorismo y Al Qaeda en el mundo".

Oposición a Asad

La Coalición Nacional Siria (CNFROS), el mayor grupo opositor, denunció hoy que el régimen sirio retiene a numerosos presos políticos y civiles cerca de bases castrenses, probables objetivos de una eventual operación militar internacional.

En un comunicado, la CNFROS señaló que estas prácticas demuestran "un uso peligroso de los civiles como escudos humanos durante los conflictos armados".

La alianza pidió que se incrementen las presiones para liberar a esos reos y que se castigue al régimen por "retener a muchos de ellos en sitios militares que son eventuales blancos de las fuerzas militares extranjeras".

Además, consideró que esas practicas violan las normas del derecho internacional humanitario y constituyen un crimen contra la humanidad.

La alianza precisó que los detenidos se encuentran en centros de seguridad y edificios gubernamentales y militares, que no están acondicionados para albergar prisioneros. También añadió que varios de los detenidos fueron asesinados bajo tortura o en ejecuciones sumarias, y otros murieron al ser colocados en sitios donde los servicios de seguridad perpetraron atentados con explosivos.