T.J. Lane, el asesino de tres estudiantes en un instituto de Ohio en febrero del año pasado, se presentó ante el juez desafiante y mostrando una camiseta en la que se podía leer 'killer' (asesino). Lejos de mostrar arrepentimiento, el joven de 17 años reconoció su culpabilidad, aunque dijo no saber por qué lo hizo.

"La mano que apretó el gatillo que mató a sus hijos ahora se masturba en su memoria", dijo Lane a los familiares de las víctimas, a los que dedicó además una peineta, tras la lectura de la sentencia que le condenaba a tres cadenas perpetuas.

Lane disparó hasta diez veces contra un grupo de alumnos que se encontraban en la cafetería del Instituto Chardon. Acabó con las vidas de Daniel Parmertor y Demetrius Hewlin, de 16 años, y Russell King Jr., de 17. La camiseta que lució en el juicio era la misma que vestía cuando cometió los asesinatos, según dijo el fiscal.