La Policía recuperó un total de 57 cadáveres de víctimas de la matanza cometida en el sur de Filipinas.

Ibrahim Magundadatu, cabeza del clan familiar atacado por el rival de los Ampatuan, indicó a la prensa, que al menos tres cuerpos sin vida llevaban puestas camisetas con las siglas UNTV, que corresponden a un medio de comunicación local.

En la misma fosa, de grandes dimensiones, aparecieron calcinados un automóvil y una furgoneta.

Al menos 18 periodistas locales acompañaban al grupo formado por más de medio centenar de personas que fueron secuestradas cuando se dirigían a formalizar en un centro provincial de la Comisión Electoral la candidatura a gobernador de Magundadatu.

Entre los muertos figuran varios abogados especializados en derechos humanos, así como familiares de Mangudadatu, incluidas su esposa y dos hermanas.

Manguddatu ha acusado al líder del clan rival, Andal Ampatuan, de haber ordenado la matanza, y al hijo de éste, también llamado Andal Ampatuan, de prepararla y ejecutarla.

El portavoz del gabinete de prensa de la Presidencia, Cerge Remonde, confirmó hoy que las autoridades de Filipinas permitirán que el principal sospechoso de la matanza, Andal Ampatuan hijo, miembro del partido gobernante, continúe en libertad mientras está siendo investigado.

"Tenemos un proceso abierto y que debemos seguir, hay que dejar a los agentes que realicen las pesquisas", dijo Remonde a la prensa.

El portavoz precisó que solo se ordenará la detención de Ampatuan cuando "existan suficientes evidencias" de su implicación.

Hasta el momento, ningún sospechoso ha sido detenido por su relación con lo asesinatos.

Varios cientos de policías y soldados fueron desplegados para detener a los asesinos y evitar una ola de venganzas en Maguindanao y la provincia vecina de Sultan Kudarat, feudos de los dos clanes cuya rivalidad desató la matanza, y en respuesta, la decisión del Gobierno de declarar medidas militares excepcionales.

Tanto en Maguindanao, controlada por el clan de los Ampatuan, aliado del Gobierno de la presidenta Gloria Macapagal Arroyo, como en Sultan Kudarat, plaza fuerte del clan de los Mangudadatu, considerado cercano al rebelde Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI), y también en la ciudad de Cotabato, el Ejército ha sido autorizado a imponer el toque de queda y registrar viviendas sin mandamiento judicial.

La matanza ocurrida a seis meses de las elecciones generales, inquieta al partido que gobierna Filipinas, Lakas-Kampi, para el que el apoyo del clan de los Amputuan ha sido esencial para conseguir los escaños correspondientes a esa provincia.

La violencia entre clanes es un elemento esencial de la política filipina, sobre todo en la conflictiva región sur, donde muchos caciques gobiernan como señores feudales protegidos por matones, sin que las fuerzas de seguridad o los tribunales interfieran en sus dominios.