Las fuerzas de seguridad paquistaníes iniciaron hoy una nueva operación contra la insurgencia en la estratégica región tribal de Khyber, en la frontera con Afganistán, donde los primeros combates se han cobrado la vida de al menos 18 integristas, informó a Efe una fuente oficial.

Las fuerzas gubernamentales han arrestado además a seis insurgentes y destruido varios vehículos y escondites de los integristas, explicó el mayor Fazal, portavoz de las tropas en esta demarcación, por la cual discurre el principal paso terrestre que une Pakistán con Afganistán.

La guardia de fronteras es la encargada de llevar a cabo esta ofensiva por tierra y aire, que sigue a una anterior de corta duración y perfil más bajo lanzada a finales de este verano.

Este cuerpo de las fuerzas de seguridad, el que tiene más presencia en las áreas tribales, está formado de forma preeminente por pastunes, al contrario que las tropas regulares, dominadas por punyabis y que tan sólo se despliegan en estas zonas para grandes operaciones como la del bastión talibán de Waziristán del Sur.

La ofensiva en Khyber, bautizada como "Khawh ba de sham" ("Os vamos a gustar", en lengua pastún), tiene "el objetivo de eliminar a los insurgentes" y "restablecer la autoridad del Gobierno", especialmente en la zona de Bara, considerada un feudo integrista.

En Bara se ha impuesto hoy el toque de queda y se han cortado algunas vías de comunicación.

Las autoridades de Pakistán creen que muchos de los atentados ocurridos recientemente en la cercana ciudad noroccidental de Peshawar fueron planeados por grupos con base en Khyber como la organización extremista suní "Lashkar-e-Islam" (LI), que tiene estrechos vínculos con la insurgencia talibán.

En Khyber buscan abrigo también muchas bandas criminales que se financian a través de secuestros y contrabando.

El distrito tiene un gran valor estratégico, ya que por él pasan más del 80 por ciento de los camiones con suministros para las fuerzas de la OTAN y de EEUU desplegadas en Afganistán.

Tras la operación de la pasada primavera en el valle norteño de Swat, las tropas regulares del Ejército, apoyadas por la guardia de fronteras, se hallan desde hace más de un mes enfrascadas en una gran ofensiva en la región de Waziristán del Sur, feudo máximo de los talibanes en el país.

Además, la guardia de fronteras combate a focos de insurgencia en otros distritos tribales como Bayaur, donde hoy se impuso el toque de queda, u Orakzai, en la que al menos cinco integristas han muerto en las últimas 24 horas, según la fuente militar consultada por Efe.