La canciller alemana, Angela Merkel, recordó hoy la caída del Muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989 como el día de la "victoria de la libertad", una libertad, dijo, que no debe contemplarse como un bien "sobreentendido", sino como algo "por lo que hay que luchar y defender siempre".

"El día de hoy, hace 20 años, fue un hito feliz en la historia de Alemania", dijo, en el acto central del vigésimo aniversario de la caída del Muro, ante la Puerta de Brandenburgo, para recordar a continuación que tal momento no habría sido posible "sin la ayuda generosa de nuestros aliados".

"Celebramos el valor y la voluntad inquebrantable de miles de personas en la RDA pero también celebramos las transformaciones de nuestros amigos en el este y el centro de Europa que prepararon la caída del muro", dijo Merkel recordando al sindicato Solidaridad y al movimiento democrático en la antigua Checoslovaquia.

"Sabemos también lo que le debemos a Mijail Gorbachov y a su política de apertura en la Unión Soviética y a la política serena de Helmut Kohl y Hans Dietrich Genscher", agregó la canciller.

Merkel dijo además que la experiencia de la caída del muro es algo que le da a Europa energía para enfrentar los retos del siglo XXI.

La canciller presidió la "Fiesta de la Libertad", acompañada de los presidentes de Rusia y Francia, Dmitri Médvedev y Nicolas Sarkozy, el primer ministro británico, Gordon Brown, y la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, mientras que el presidente Barack Obama envió un mensaje por vídeo.

La "Fiesta de la Libertad" se abrió al son de Richard Wagner, con la Staasoper dirigida por el músico argentino-israelí Daniel Barenboim, quien además de piezas de Beethoven, Arnolf Schönberg y el germano-oriental Friedrich Goldmann, dio brío a la lluviosa noche berlinesa al ritmo del popular "Berliner Luft", cantada por el tenor español, Plácido Domingo.

Derribo del dominó gigante

Por su parte, el ex presidente de Polonia y Premio Nobel de la Paz, Lech Walesa, ha sido el encargado de poner en marcha la operación de derribo del dominó gigante con el que se ha querido simbolizar el fin del Telón de Acero.

Walesa, representante del país donde empezó a resquebrajarse el Telón de Acero y ex líder del sindicato Solidarnosch, tuvo el honor de dar el primer empujón a una de las mil piezas que forman el dominó, de 1,5 kilómetros por el centro de la capital alemana.

El político polaco hizo la simbólica acción desde la sede el Parlamento federal, el Reichstag, mientras que en otro extremo del tramo con las piezas se reservó el cometido al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.