La capital de China amaneció ayer cubierta por una gran nevada, la primera de la temporada, que fue provocada de forma artificial por el Ejército para aliviar la aguda sequía que padece la urbe. Una capa blanca cubrió la mayor parte de la ciudad después de que el Observatorio Meteorológico Municipal de la capital china emitiese una advertencia del fuerte frente de frío para el sábado por la noche.

Esta no es la primera vez que China recurre a métodos artificiales para provocar o aumentar la nieve, ya que el pasado mes de febrero, después de más de 100 días de sequía, se movilizó al Ejército para que un avión de la fuerza aérea liberase 400 litros de nitrógeno líquido. Mientras que otros 200 efectivos lanzaron cohetes de yoduro de plata, un catalizador que genera una reacción química al contacto con las nubes que libera hidrógeno, y éste a su vez, al combinarse con el oxígeno de la atmósfera, produce agua o nieve, según la temperatura.

En abril del 2007, los científicos chinos lograron producir nieve artificial en el distrito tibetano de Nagqu, a más de 4.500 metros de altura, con el objetivo de aliviar la falta de precipitaciones y reverdecer las praderas y pastos de la meseta más alta del mundo.

Para la nieve de ayer, la prensa oficial no informó de los métodos utilizados, mientras que los medios de comunicación locales la llamaron un "regalo", aunque también acabó produciendo problemas de circulación.

Las temperaturas descendieron en picado, con una temperatura del aire que se situó en tres grados centígrados, además de aparecer fuertes vientos, según los pronósticos del Observatorio Meteorológico Central de China.