Aunque Josef S. no comparecerá hasta el próximo 7 de octubre, probablemente por vídeo conferencia, su abogado Christian Stünkel, explicó que una masacre como la que se le atribuye "hubiera sido con toda seguridad perseguida por los órganos responsables del Werhmacht".

La sala, atestada de periodistas, activistas pro derechos humanos y neonazis, es escenario de uno de los últimos -si no el último- juicios contra criminales de guerra nazis en Alemania.

El teniente de la artillería alpina Josef S. está acusado de la muerte de 14 civiles italianos en 1944, cuando ordenó una masacre cerca de Falzano di Cortina, en Italia, en represalia por dos soldados de su batallón muertos en una emboscada.

Según la acusación, Josef S. ordenó la ejecución de cuatro civiles y volar una casa, en la que murieron las diez personas.

El jubilado de 90 años, que fue condenado en ausencia a cadena perpetua por un jurado italiano hace dos años, responde ahora también frente a un tribunal alemán por los crímenes cometidos hace 64 años.

Según la acusación, el 26 de junio de 1944, dos soldados del batallón 818 murieron en una emboscada partisana. Días después se llevó a cabo la represalia que se cobró la vida de 14 civiles. Sólo sobrevivió un adolescente en el edificio.

Un "incidente" que el acusado asegura ignorar por completo, ya que, según sus afirmaciones, en ese momento no se encontraba en el lugar de los hechos, sino dirigiendo la reconstrucción de un puente, que tenía "prioridad absoluta".

Su abogado apuntó que no existe ningún testigo que pueda certificar la presencia del acusado en el lugar de crimen, o que escuchara la orden de cometer la masacre.

El juicio contra el antiguo consejero municipal de Ottobrun, una localidad cercana a Múnich, que está previsto que termine el próximo 21 de octubre, forma parte de un colofón a una larga lista de miles de procesos contra criminales nazis en Alemania.