A sus 34 años Angelina Jolie ya no es la joven a la que le gustaba escandalizar al público besando a su hermano en los labios, posando semidesnuda con un caballo y proclamando a la llegada de un estreno que acaba de tener relaciones sexuales en la limusina con su entonces marido el actor Billy Bob Thorton.

Atrás ha quedado también la época en la que le gustaba hacerse cortes en la piel, probar toda clase de drogas y llevar un colgante en el cuello con la sangre de Thorton, con quien se casó en el año 2000 horas después de recibir el alta en la clínica donde estuvo ingresada tras sufrir una crisis emocional.

Su vida empezó a cambiar tras separarse de Thorton, adoptar a su primer hijo y convertirse en Embajadora de Buena Voluntad en la agencia para los refugiados de la ONU (ACNUR).

Su relación con Brad Pitt la ha alejado, dice, de la bisexualidad y el sadomasoquismo, y ahora ejerce de madre amantísima de seis niños, capaz de ofrecer un discurso en el Capitolio, tutearse con jefes de Estado y pilotar una avioneta.

La polémica, sin embargo, continua acompañando a la actriz allá donde va. Las dos biografías no autorizadas que planean sobre Angelina podrían desmontar la imagen que la protagonista de "Un Corazón Invencible" ofrece en los últimos años.

Su mayor escándalo en los últimos tiempos lo ha provocado precisamente su relación con Pitt. La pareja se conoció en el año 2004 en el set de rodaje de "Señor y Señora Smith", en la que interpretaban a un matrimonio de asesinos a sueldo. Pitt, que entonces estaba casado con la actriz Jennifer Aniston, se separó de su esposa al finalizar el rodaje y antes de obtener el divorcio empezó su relación con Jolie y adoptó una niña con la actriz.

La propia Angelina confesó a la revista Vogue en el año 2006 que la pareja se había enamorado en el rodaje, para disgusto de Aniston, quien tras su separación hizo público el dolor que le había causado la relación entre Pitt y Jolie.

La imagen de Angelina se deterioró. La acusaron de "destroza hogares". Pero la adopción de una niña enferma de Etiopía y sus labores humanitarias suavizaron la mala imagen de la actriz.

Su vida familiar con Pitt también ha levantado más de una sospecha. La pareja vendió la noticia del primer embarazo de la actriz y las fotografías de su primera hija biológica a las revistas People y Hola a cambio de varios millones de dólares, aunque siempre se han excusado en que el dinero era para organizaciones benéficas.

El nacimiento de la pequeña en la primavera de 2006 también fue polémico. La familia se trasladó a Namibia hasta el momento del alumbramiento para evitar el acoso de los fotógrafos, pero algunas organizaciones de derechos humanos denunciaron las actuaciones de los guardaespaldas contra los pocos paparazzis que consiguieron entrar al país, puesto que, al parecer, se restringió la entrada a los fotógrafos extranjeros.

El comportamiento de sus guardaespaldas también ha estado rodeado de escándalo. En 2006, durante el rodaje de "Un Corazón Invencible" en la India, su jefe de seguridad, Michael Brett, que contaba con antecedentes penales, fue arrestado tras mostrar una pistola durante un altercado en el rodaje de la película. En la actualidad, Brett ya no trabaja para la pareja.

Adopción polémica

En 2007 los medios también se hicieron eco del proceso de adopción de su hijo vietnamita. La actriz, que no está casada con Pitt, siendo consciente de las dificultades que tienen las parejas que no están casada a la hora de adoptar en ese país asiático, actúo como si fuera una madre soltera, a pesar de que la pareja compartía techo y estaban criando juntos tres hijos. El tiempo record en que le concedieron a su hijo - en un país donde se pueden tardar años - tampoco pasó desapercibido.

Carne de las revistas sensacionalistas estadounidenses y británicas, la prensa generalista también ha recogido en alguna ocasión la doble cara de Angelina Jolie. El año pasado el New York Times denunció cómo la actriz manipulaba a la revista People a cambio de exclusivas. También de las maniobras de los ayudantes de la actriz que, según el artículo, avisaban a los paparazzis del lugar y la hora en que la pareja estaría paseando con sus hijos para obtener publicidad positiva. El defensor del lector del prestigioso diario, sin embargo, tuvo que rectificar posteriormente y acusó al periodista de no estar bien informado.

Ahora las biografías de Andrew Morton e Ian Halperin amenazan, otra vez, con romper la imagen idílica que la celebridad más poderosa del mundo, según Forbes, y su familia proyectan de cara al público. Un público dividido muchas veces entre quienes la adoran y quienes la odian.