Sin descanso, dejamos Navidad para adentrarnos en enero, un mes difícil marcado por esa terrible cuesta económica, cada vez más larga y prolongada. Es cierto que cada vez existen más periodos "complicados": la vuelta de las vacaciones, el regreso al colegio? pero en enero sigue siendo especial por la combinación de gastos pasados -Navidad- y para muchos otros presentes -Rebajas-.

A todo ello hay que juntar que aunque parece que avanzamos en el sentido correcto económicamente, la mayoría de las economías familiares no están para grandes alegrías. La campaña de Navidad ha sido positiva pero para muchos ahora toca pagar todos los gastos muchas veces realizados con una planificación económica insuficiente. Para todos los casos seguir una serie de consejos nos pueden ayudar a sobrellevar estos difíciles momentos:

1. El presupuesto una herramienta fundamental: Lo primero que hay que hacer, ahora y siempre, es tener un control total de los ingresos y gastos. A la hora de elaborarlo hay que separar las partidas estrictamente necesarias de las que no son, así como aquellos que se generan mensualmente de los que como por ejemplo, seguros médicos o impuestos pagamos con un plazo de tiempo bastante superior.

El presupuesto debe buscar el equilibrio y en la medida de lo posible tener un remanente que nos ayude a afrontar gastos inesperados. Pero no debemos sólo tenerlo como referencia para ceñirnos a ello, si no que debemos ser activos y apuntar los gastos reales, compararlos y analizar las diferencias.

Con respecto a la cuesta de enero, y a la tentación de nuevos gastos con las rebajas, debemos ser muy estrictos y analizar lo que podamos comprar priorizando entre lo estrictamente necesario y lo que no lo es.

2. Comparar: Hay muchos gastos que por necesarios no podemos eliminarlos, pero si pagar menos si comparamos entre distintos establecimientos que vendan el mismo producto o servicio, u otro sustitutivo. Lo podemos hacer con casi todo, desde los más cotidianos de compra diaria como ropa, comida o combustible, a servicios como telefonía o electricidad.

Incluso en productos rebajados en estos días, con llamativos porcentajes debemos ver si en otros establecimientos los conseguiremos de forma más económica.

3. Hábitos de consumo responsable: A la hora de realizar las compras ciertas pautas nos ayudarán a gastar menos. Entre estas están vigilar los productos reclamo y ofertas del tipo 3x2, que pueden llevarnos a comprar una cantidad de productos que no necesitamos o realizar una lista de la compra antes de ir al establecimiento y ceñirnos a ella.

4. Analizar las formas de financiación más económicas: Si finalmente tenemos que utilizar alguna forma de financiación para hacer frente a los pagos, dos premisas son fundamentales: Elegir las más baratas y pagar lo antes posible.

El cálculo del coste lo tenemos que hacer de forma homogénea, utilizando la TAE que todas los productos de financiación deben informarnos de forma obligatoria. Por ejemplo, una tarjeta de crédito con un tipo de interés mensual del 2%, puede parecer barato, pero en realidad estamos financiando al 26,8% TAE.

Si por ejemplo fraccionamos las compras con esta tarjeta, lo más recomendable, para pagar los menos intereses posibles es amortizar con rapidez y huir de fórmulas que parecen ventajosas por suponer pagar una baja cuota mensual. Volviendo al mismo ejemplo, con un caso extremo, si debemos 2.000 euros y elegimos una cuota mensual de 30 euros, solo los intereses mensuales de 40 euros superarán esa cantidad con lo que al siguiente mes deberemos más, 2.010 euros.

En definitiva en todo momento debemos controlar adecuadamente nuestras finanzas, gastos e ingresos y tomarnos el tiempo suficiente para huyendo de las decisiones precipitadas procurar siempre gastar, consumir y financiar de forma responsable.

Antonio Gallardo, iAhorro.com