El tiempo al final acompañó y dio tregua. Con un sol de lujo y termómetros de 30 grados, abrieron este domingo las barracas que hay sembradas por la ciudad de Murcia, y que estarán operativas hasta el próximo domingo, cuando concluyan las Fiestas de Primaveras 2015.

"Ocho 'morcillicas', de longaniza lo mismo y... ¿tenéis arroz?" Las preguntas se repetían sobre las dos de la tarde en el ventorrillo de la peña Las Tenajas, ubicado en Ronda Norte, y lleno para comer. "¿Hay que reservar mesa?", se cuestionaban entre sí los viandantes. Y, dentro de la barraca, murcianos y foráneos, recién llegados muchos de la procesión del Resucitado, daban buena cuenta de las viandas.

En total, son 46 las barracas que hay en la ciudad. Mañana, día grande de las peñas, "esto se pone que no cabe un alfiler", comentaba uno de los encargados de servir mesas, sin apenas hacer un alto en el camino.

Y otra ración de paparajotes. Plato ante el que algunos, de fuera de Murcia, siguen preguntando si la hoja se come. "Mis amigas vinieron de Madrid hace dos años a verlo y se la comieron", apuntaba Marta, de 35 años, que, antes que lo dulce, prefiere "unas pataticas con ajo, de las de toda la vida".

El presidente de la Federación de Peñas, Antonio Avilés, informa que este 2014 las tapas «mantienen los precios del año pasado». Esto, sumado a que «se ve un poco de mejoría en la calle», ofrece, a Avilés, una perspectiva positiva respecto a la posible recaudación que puedan obtener las barracas esta edición.

El objetivo de las peñas que durante estos días trabajan sin descanso para elaborar los platos es hacer disfrutar a la gente que se acerque a las barracas de un ambiente distendido en el que celebrar la llegada de la primavera, del buen tiempo y del carácter afable de las gentes de Murcia. Los ingredientes frescos ya esperan que los cocineros, con la sabiduría de la tradición culinaria de la Región de Murcia, trabajen con ellos.

El sabor maternal en la cocina

Lo mejor de pasar por las barracas tras salir del trabajo o de reunirse allí a comer con la familia es que cada bocado traslada al consumidor a su casa de la infancia: «En las barracas se puede y se debe comer todo», explica el presidente de la Federación. «Allí se sirve la comida típica que hacían nuestras madres y nuestras abuelas. Las cocineras y los cocineros que tenemos hacen esos mismos platos en su casa y eso da un sabor casero y familiar a la comida. Eso es lo que se puede probar y degustar en las barracas y es el secreto del éxito que tienen», indica entusiasmado.

Sobre qué platos no se deben dejar de probar estos días, Avilés es rotundo y señala que hay que probar todos los ´platicos´ que forman parte de la carta. «Más que platos al estilo de los que se ponen en restaurantes, en las barracas se sirven degustaciones. Así, se pueden comer muchos diferentes, porque es difícil decidirse por uno concreto», apunta.

Más gente en el Bando

Antonio Avilés indica que este año la administración pública y la Federación han aunado esfuerzos para que la convocatoria de personas que se acercan a Murcia sea mayor aún si cabe que la de otras ediciones: «Espero que este año venga más gente al Bando de la Huerta. A través de Turismo, Cultura y la Comunidad Autónoma se ha hecho más propaganda y eso va a hacer que haya más alegría en la calle». Todo para que cada día sea mayor el número de gente que conoce esta singular fiesta, que desde hace cuatro ediciones detenta la catalogación de Fiesta de Interés Turístico Internacional.