El presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha condenado los episodios de violencia que se están viviendo durante la Eurocopa que se celebra en Francia, en los que están involucrados varios hinchas radicales rusos, y se ha comprometido a trabajar con su Gobierno para erradicar este tipo de comportamientos entre los aficionados al fútbol en Rusia.

El presidente ruso ha lamentado que las peleas entre aficionados sean el centro de atención de la Eurocopa de Francia y demandó que todos los hinchas violentos reciban el mismo trato por parte de las autoridades.

"Se presta menos atención al fútbol que a las peleas de los aficionados. Es muy triste y lo lamento. Pero la responsabilidad por los incidentes debe ser personificada y el trato a los transgresores debe ser el mismo para todos", dijo en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo.

Calificó de "un despropósito absoluto" la batalla campal protagonizada por aficionados rusos e ingleses en Marsella, aunque se mostró sorprendido por la versión de la pelea ofrecida en medios occidentales. "No entiendo cómo 200 hinchas rusos le dieron una paliza a varios miles de ingleses", dijo entre aplausos de parte del público que asistía el pleno del Foro.

Tres seguidores rusos de entre 28 y 33 años fueron condenados ayer a entre uno y dos años de prisión firme por su implicación en las peleas entre hinchas en Marsella el pasado fin de semana al calor del partido de la Eurocopa que enfrentaba a Rusia con Inglaterra.

Los hinchas fueron detenidos el pasado martes en un autobús junto a 40 de sus compatriotas, de los que la mitad quedó en libertad y la otra mitad será expulsada de Francia.

Tras la detención, Moscú advirtió a París de que "la instigación de ánimos antirrusos" puede dañar las relaciones entre los dos países.

Los enfrentamientos entre seguidores rusos y aficionados ingleses dejaron el pasado sábado 35 heridos, cuatro de ellos graves y uno en estado crítico.

Ayer, en Colonia (Alemania) dos jóvenes españoles fueron agredidos por un grupo de hinchas rusos y debieron recibir asistencia médica.

Cinco de los atacantes fueron rápidamente detenidos por la policía de Colonia y un sexto sospechoso, fue arrestado algunas horas más tarde en el aeropuerto de la ciudad, cuando intentaba tomar un vuelo a Ibiza.