Ofrecer una cocina «divertida, creativa y cargada de ilusión» le ha valido al restaurante Señorío de Barahonda, de Yecla, hacerse con uno de los preciados Soles con los que la Guía Repsol premia a los restaurantes que merecen ser destacados. «Es de agradecer que reconozcan tanto el trabajo como el esfuerzo de varios años», reconoce Cristian Palacio, chef del restaurante, que está alojado en un enclave natural, dentro de las propias bodegas Barahonda, situadas en el kilómetro tres de la Carretera de Pinoso. Para el joven equipo que hace posible comer en este lugar, el reconocimiento supone «afrontar un nuevo reto; con más ilusión, esfuerzo y constancia en el trabajo».

El chef y su equipo se esfuerzan por ofrecer una carta original, con mucho producto y en ocasiones minimalista: «En nuestra cocina hay una regla, divertirnos con lo que hacemos y eso lo trasladamos a nuestros clientes. Nosotros no solo damos de comer, aportamos una experiencia gastronómica donde lo más importante no solo es el sabor, sino también la diversión», indica Palacio.

De un equipo joven en el que todos sus miembros trabajan juntos para aportar su visión y experiencia personal a la carta sale una oferta que denota una apuesta clara por dar importancia a los productos locales, algo que no solo se demuestra en el restaurante, sino también en la bodega, cuyos caldos están elaborados a partir de la variedad autóctona, la Monastrell, recolectada de cepas centenarias a la que tratan «con especial cariño». Además del trabajo del chef, sobresale también la aportación Sofía Sanz, jefa de sala, que lleva junto a Cristian Palacio casi diez años.

Un gran equipo

El éxito del restaurante reside en las personas que lo conforman: «En Barahonda he aprendido la importancia de tener un equipo en el que todos remamos en la misma dirección, desde los dueños, Antonio y Alfredo Candela, a mis compañeros de sala, cocina, bodega y oficina.

Todos tenemos los mismos objetivos, hacer de la calidad nuestra filosofía de trabajo», señala Palacio, que indica que sus vinos, como los platos del restaurante, necesitan su tiempo para alcanzar su cima. En la cocina también están la yeclana María Díaz, que ha trabajado con anterioridad en restaurantes italianos premiados con Estrellas Michelín, y el gallego Óscar Acuña Ferreira. En sala Sofía actualmente cuenta con el apoyo de Esperanza Pérez Andreo, bicampeona regional de sumiller y campeona de España de jefes de sala, y Esther Martínez Romero, con una amplia trayectoria en sala en países como Brasil y Francia. Llevar al paladar de los comensales platos como la Paletilla de Cabrito Murciano con Cuajada de Hierbas conllevan una producción lenta y pausada en la que cada pequeño paso «tiene una gran importancia» y está realizado con mimo. Cualquiera puede afirmarlo tras probar alguno de sus tres menús -Ejecutivo, Enoturista y Monastrell-, que oscilan entre los 28 y los 58 euros. Además, ofrecen estar dentro de una bodega les permite ofertar visitas guiadas y catas de vino, haciendo así una experiencia «completa y satisfactoria».