­Las recomendaciones para poder realizar unas buenas pruebas de Selectividad o una sobresaliente convocatoria de junio y julio sin sobresaltos pasan por los consejos habituales que todo experto recomienda a un estudiante: regularidad en la alimentación, un control adecuado de las horas de sueño, evitar el conocido como 'horario vampiro' en el que se estudia por la noche y se duerme por la mañana, evitar el exceso de estimulantes y practicar algún deporte con regularidad. El psicólogo Antonio Pérez Manzano apunta que para superar estos exámenes y saber llevar los estudios es fundamental tener confianza con uno mismo, saber qué es lo que uno debe o no hacer y encontrar sus puntos fuertes y débiles a la hora de estudiar determinadas materias.

«La confianza y regularidad en los estudios son las mejores técnicas para afrontar la Selectividad», explica este técnico del Servicio de Atención a la Diversidad y Voluntariado de la Universidad de Murcia, apuntando también que el estrés o la ansiedad puede ocasionar infinitos trastornos a la hora de estudiar: «Lo más habitual es sudoración, palpitación o taquicardia. Esto provoca una de las circunstancias más comunes entre los estudiantes: la huida. Lo pasan fatal y abandonan las convocatorias. 'La demora del problema' lo llamamos los psicólogos. No hay nada que sea absolutamente irremediable, no pasa nada por perder un año si sabes que vas a dedicarte a lo que te gusta el resto de tu vida».

Adiós al estrés

Entre los consejos que da para una relajación ocasional ante casos de estrés es intentar respirar con tranquilidad, mirar a un punto lejano, parar unos minutos de estudiar y utilizar ese tiempo exclusivamente para calmarse. «La ansiedad en muchas ocasiones viene porque nos encontramos delante de una pregunta que no sabemos responder, tranquilidad ante estos casos», recomienda Antonio Pérez, «recordar un momento o lugar de relajación para calmarnos y pasar a otra pregunta. El alumno lo primero que tiene que aplicar son criterios de rentabilidad y no volverse obsesivo con determinadas manías». El lugar de estudio es esencial a la hora de fomentar esa rentabilidad con las materias de examen, debe ser un sitio iluminado, tranquilo, y con una buena ubicación dentro de ese lugar. «El objetivo es estudiar y no estar delante del libro».

«Da igual los temas que te hayas estudiado. La medida habitual de la rentabilidad es la cantidad de temas que nos hemos estudiado y no las horas delante de los apuntes». La organización con las asignaturas es primordial, el consejo principal es estudiar primero lo que resulte más difícil y lo que nos guste menos y dejar para el final lo más fácil. Se desaconsejan los repasos en grupo para no asimilar los posibles fallos que pueda decir en voz alta algún compañero, pero sobre todo recomiendan no intentar memorizar materia nueva en los últimos instantes antes de un examen. En definitiva, ser eficiente e intentar concentrarse en el menor tiempo posible son herramientas que ayudarán a los estudiantes a superar estos días de estudios.