Los últimos dos futbolistas que van a aterrizar en la plantilla grana, el lateral Nicolás Tagliafico y el centrocampista Jonathan Gómez, unidos a la presencia del entrenador, Gustavo Siviero, es la prueba de que los dueños del Real Murcia están dispuestos a ´argentinizar´ al equipo, buscando la consecución del bueno, bonito y barato que tanto persiguen los rectores de los clubes.

Argentina es, de largo, el país que más foráneos proporciona al fútbol mundial. La ubérrima cosecha de los ´potreros´ argentinos, su facilidad para ofrecerse, el hablar el mismo idioma, amén de la supuesta calidad intrínseca del futbolista argentino, han provocado mucho tiempo que España hubiera sido siempre norte y señal como destino, aunque cada vez no es raro verlos jugar en territorios dispares como Rusia o China. Los argentinos son, con mucha diferencia, los que más han aportado a la historia del Real Murcia. Salvo error u omisión, son con las dos inminentes llegadas, 42 los ´gauchos´ que encabezan la amplia lista.

En esta amplia lista no se incorporan futbolistas fichados, pero que nunca participaron en partidos oficiales (el holandés De Boogart es el último ejemplo flagrante) ni por supuesto, como escribe algún autor en libros plagados de errores, presentar como jugadores extranjeros a británicos que en los tiempos de Mari Castaña jugaban por puro placer de correr detrás del balón, amateurs en suma, cuando no existían torneos oficiales.

Entre los 50 y los 60

En la temporada 50-51 se comienza a contratar extranjeros y es precisamente un argentino, Lauren, quien es el primero en debutar en el Real Murcia, precisamente ante el Real Madrid (2-5 en La Condomina) con un gol del argentino, que en dos años no pudo ser más regular con 2 partidos y un gol la primera temporada y dos partidos y otro gol en la segunda. Y con otro argentino, Taioli, de quien hablaremos próximamente, en el banquillo. Y es que los argentinos contratados en estas dos décadas dieron muy poco rendimiento, con algún que otro traspaso carísimo anunciado a bombo y platillo, como el del interior izquierdo Greco, desde el Málaga, que solo duró un año y se traspasó al Atlético de Ceuta al siguiente. O el ´vasco´ Madinabeytia, un portero de lujo con el Atlético de Madrid, que sólo jugó medio partido en un año en el Real Murcia, sustituyendo a Jose Luis Borja, el murciano de Cabezo de Torres, el mejor portero que dio la cantera pimentonera. Por el contrario dos argentinos, uno Pedro Sará, que vino del Oviedo ya talludito, pero que en dos campañas dio un excelente rendimiento con una cantidad muy apreciable de goles. Y una figura, Mesones, en su papel, prolífico, de entrenador grana.

La década de Pardo Cano

Con Pepe Pardo Cano como presidente llegaron los mejores foráneos. Y destacaron los argentinos. No sólo con dos de los mejores en el ranking -Moyano (172 partidos contando Liga, Copa y Copa de la Liga) y Pazos (151 igualmente)- sino la mayoría no sólo rindieron mucho, sino que se enamoraron de Murcia y viven entre nosotros. Pazos el primero, Abel Pérez, Chazarreta€ lo que habla claro de la buena acogida que tuvieron. Y algunos fallos viendo su rendimiento posterior. Son los casos de Brown, todo un campeón del mundo (18 millones) o Giunta (17) o Echecopar, todo un campeón intercontinental con Estudiantes, que ya vino muy tocado desde el Granada. Con algún que otro destello como los 4 goles que le endosó, en un partido de Copa, a la UD Langreo, en una noche que no faltó ni siquiera el apagado total de La Condomina.

Los diez años de Garrido

Con él vienen, posiblemente los dos mejores delanteros que ha tenido el Murcia a lo largo de su dilatada historia. Comas y Aquino, que costaron respectivamente 35 y 30 millones, fueron los más rentables, no sólo ante el gol (66 goles entre los dos) sino que sus traspasos, sendas operaciones muy discutidas, permitieron embolsarse al Murcia 125 millones (50 por Comas y 75 por Aquino). Al primero le costó el traspaso la represalia del fallido ascenso en La Coruña. a Aquino lo traspasó Naya porque, según él, estaba de vuelta y no trabajaba como debía. Y en ambos casos, fue el propio Juan Garrido quien hizo caso a sus técnicos y nunca supimos, en Murcia, que hubiera sido con esa pareja letal, que se volvieron a reunir en el Betis. Daniel, que vive entre nosotros, todavía volvió a jugar en el Murcia para permitirle encabezar el ránking de partidos como argentino (180 partidos) y el máximo goleador del club (77 tantos repartidos entre Liga, Copa, y encuentros de Promoción).

Samper, con aciertos y errores

No es nueva la tendencia gaucha de los Samper. Desde el alborear el Siglo XXI, son 17, sin contar los de este curso, los argentinos que han llegado a Murcia. Y a la que bastan con los dedos de una sola mano para señalar los verdaderamente rentables. Uno con Matricula de honor: la de Acciari, segundo en el ránking argentino tras Aquino y con posibilidades de enriquecer ese palmarés.

Caído en plena lucha, con una lesión importante ante el Ciudad de Murcia, entre Lucas y Clemente lo pasaportaron con la connivencia de los Samper, que siempre se doblegaron ante la personalidad de dos de los peores entrenadores que ha tenido el Murcia. Y como aprobado alto: el de Timpani y la de ´Pancho´ Maciel, que desde la lesión de Pamplona no volvió a ser el mismo. Y dos futbolistas honrados a carta cabal, como los casos de Carerra o Cristian García. El resto, Figueroa, Zárate (muy mal aprovechado), todos los que fueron pasaportados tras la debacle de la 2003-04 parecían inmunizar al Murcia que desde la 2006 no fichó a ningún argentino. El año pasado con El Ruso y ahora con los nuevos, esperemos que no haga falta tener que vacunarse.