No hay celebración que se preste estos días en la que no falte una buena botella de vino o un buen cava. Y la cena de Nochebuena y la comida del día de Navidad son buenos ejemplos. Siempre bajo las pautas de la moderación y la responsabilidad, disfrutar de un buen caldo junto a la familia y amigos se ha convertido hoy por hoy en un rito social. Uno de esos momentos que pueden quedar para el recuerdo del álbum familiar de la Navidad. Y en ello juega un papel fundamental no solo la compañía (la mayoría de veces la familia) y las fechas navideñas, también el vino o el cava seleccionado para disfrutar y compartir la ocasión. De todo ello entienden mucho y bien los sumilleres. Esa figura que la RAE define simplemente como 2la persona encargada del servicio de licores», pero que todos sabemos es mucho más que eso. El sumiller debe tener un sexto sentido, desarrollar un tacto especial para saber captar la esencia del buen caldo. Y de eso, de cómo acompañar una cena navideña con una variada muestra de vino y cava y, de paso, aprender a saborear los matices, sabe bastante Juan Francisco Carmona. Es sumiller y además presidente de la asociación del ramo aquí en la Región de Murcia. Él recomienda para esta noche empezar, antes incluso de habernos sentado junto a primos y tíos, con una copa de cava. «Si es de las bodegas Recaredo o Gramona tanto mejor, pero si no un buen cava espumoso nos sirve también para ir abriendo apetito», nos dice Carmona. Y es que precisamente el cava le está ganando bastante terreno al vino a la hora de sentarse a la mesa. Después, en esos aperitivos murcianos en los que no suele faltar la mojama y la hueva, lo ideal es irse a un vino blanco de crianza, para seguir a continuación con una copa de tinto envejecido para acompañar el plato principal de carne. «La mezcla de vinos bien entendida y a lo largo de una cena extensa como suele ser la de Nochebuena es siempre muy recomendable». Pero ojo, es muy importante que ese vino esté bien conservado. Y para ello es fundamental, nos aconseja Carmona, haberlo comprado en una tienda especializada. Con ello nos aseguramos, por ejemplo, que no haya sufrido cambios de temperatura. También hay que tener en cuenta que no todos los vinos ni los cavas casan con cualquier alimento. Así que esta noche es una buena ocasión para hacer un recorrido de sabores.