El gasto en I+D de las universidades españolas en 2015 fue de 3.373 millones de euros, 186 millones más que el año anterior, y una cantidad que supone el 36 % de todo el presupuesto ejecutado por la universidad, casi el mismo que en 2014.

Así consta en la encuesta de "Investigación y Transferencia de Conocimiento en las universidades españolas 2015" presentada hoy en la sede de la Confederación de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y realizada con la consulta del 95 por ciento de las universidades españolas: 70 centros (48 públicos y 12 privados).

Según el informe, el aumento de fondos registrado en 2015 permitió a las universidades españoles aumentar su plantilla de personal docente e investigador, si bien, matiza el texto, esta mejora no se tradujo en un aumento del personal dedicado a actividades de investigación y transferencia.

Así, en 2014, la plantilla de los centros universitarios era de 101.174 personas, de las que 46.332 se dedicaban a la investigación y 18.540 a la transferencia de conocimiento. Un año después, el personal de las universidades ascendía a 110.022 personas pero solo 44.014 se dedicaban a la investigación, cifra inferior a la de un año antes.

Tras varios años de recortes, las universidades españolas consiguieron en 2015 captar 951 millones de euros, cifra todavía lejos de los 1.109 millones logrados en 2011 pero, aún así, un 8 por ciento más que en 2014. Esta "ligera recuperación" se debe, en mayor medida, al incremento en las ayudas para la formación, contratación y movilidad del personal investigador del Gobierno y a la financiación de la UE (sobre todo al programa marco Horizonte 2020).

"Esta recuperación en la financiación en recursos humanos y proyectos colaborativos compensa el fuerte descenso en las ayudas para infraestructuras y la financiación de proyectos de investigación competitivos procedentes de la administración autonómica y nacional", puntualiza el informe.

La encuesta destaca el aumento de la producción científica de 2015, año en que se publicaron 57.970 artículos en revistas especializadas del World of Science (el 18 % más que en 2014) y se leyeron 13.228 tesis (31 % más), fruto quizá de la finalización del antiguo plan educativo.

Pese a la mayor producción científica, el número de solicitudes de patentes retrocedió a valores de cuatro o más años atrás, si bien, la encuesta detecta un incremento en el número de solicitudes en cotitularidad, resultado de la tendencia creciente a la cooperación entre diferentes entidades.

En cuanto a la transferencia de conocimiento ligada a la explotación de resultados, la CRUE advierte una notable mejoría en el número de contratos de licencia, principalmente en el número de licencias de patente, tendencia que comenzó en 2014. Sin embargo, este incremento en el número de contratos de licencia no se traduce en mayores ingresos, lamenta el informe.

En 2015 los ingresos por los acuerdos de propiedad industrial e intelectual supusieron 2,6 millones de euros, un rédito bastante inferior al de otros mecanismos de transferencia de conocimiento como la investigación por contrato o convenio (que supuso 312 millones de euros) o los proyectos de I+D colaborativos que generaron 156 millones de euros a las universidades.

La investigación contratada o colaborativa, los contratos de apoyo técnico, prestaciones de servicio y convenios de cátedra universidad-empresa, supusieron 468 millones de euros en 2015, lo que supone "una ligera recuperación con respecto al año anterior pero sigue lejos de los niveles alcanzados en 2010 (634 millones de euros)", puntualiza el texto.

Sobre la interacción con el sector privado, destacar el aumento en la contratación de I+D+i con empresas extranjeras (19%), aunque el nacional sigue siendo el principal mercado de las universidades. Finalmente, en 2015 se crearon 182 'spin-off', empresas surgidas para explotar los resultados de la investigación universitaria, una cifra similares a la de años anteriores.