El FC Cartagena cedía los dos primeros puntos del campeonato tras empatar en la tarde de ayer ante un San Roque de Lepe, que si bien no mostró capacidad ofensiva, sí que maniató a un equipo local que lo intentó sin éxito, sobre todo porque no estuvo acertado en el centro del campo y menos aún en el pase definitivo, el que sirve para que los atacantes definan y conviertan sus oportunidades en gol. El bloque albinegro no fue capaz de marcar un tanto a un rival infinitamente inferior, sobre el papel, pero que presionó, apretó y evitó que su portería se viera perforada. Los albinegros estuvieron quizá demasiado espesos, no tuvieron la fortuna de otras ocasiones y al final no tuvieron otra que acabar aceptando un empate que, a pesar de todo, les mantiene líderes del grupo, aunque el Real Jaén recortaba dos puntos ayer con su victoria en casa ante el Lucena.

El FC Cartagena trató en todo momento de controlarle el pulso al partido, aunque no siempre lo hizo de la manera más adecuada. Es cierto que el San Roque de Lepe es un equipo que no se amilana, no renuncia nunca a salir al ataque, de formar un rápido contragolpe o de triangular y dar profundidad con pases interiores.

Pero a los de Pato les faltaba llegar con un poco más de claridad al área contraria. Casi todo el peligro siempre llegaba por banda, sobre todo la que formaron Riau y Navarro. Ambos fueron el estilete ofensivo de los albinegros, al tratar de llegar y centrar con más criterio en sus acciones que las de la otra banda, formada por Ceballos y Cañadas.

Marcos Rodríguez, quien formaba de nuevo pareja en el centro del campo con Diego Segura, estaba maniatado por un defensor que cubría cada una de sus acciones, al igual que ocurría en muchos instantes con Segura. Esto empeoró el trabajo ofensivo de los albinegros, que tenían que renunciar en muchos momentos a la disponibilidad de ambos jugadores para iniciar cualquier acción de ataque.

Florian volvía a ser de nuevo el jugador más ofensivo de los cartageneristas. Se ofrecía a uno y a otro, protagonizaba acciones en solitario y buscaba espacios con el juego sin balón. De él fueron casi todas las acciones de los suyos en el primer periodo. Un cabezazo flojo (5´) y un disparo desviado (31´) fue su aportación ofensiva, aunque la más clara llegó para Perona cuando en el minuto 27 se encontraba un balón dentro del área pequeña al que tan sólo tenía que empujar a la red, ya que el meta Ricardo estaba batido. Sin embargo, el esférico centrado por la izquierda por Riau y peinado por Florian se enredaba en las piernas del atacante valenciano, que desperdició la mejor ocasión de los suyos.

Es cierto que el FC Cartagena fue más y mejor equipo que su oponente, lo intentó aunque con poco éxito, mientras que el San Roque de Lepe aparentaba más de lo que hacía. En el minuto 15 un cabezazo de David Aguado hizo que Víctor tuviera que intervenir para sacar el balón ´in extremis´, en la mejor ocasión para los suyos de toda la primera parte.

El buen sabor de boca que dejaban los últimos minutos del primer tiempo no se correspondieron con lo que se pudo ver en la segunda parte. El equipo albinegro siguió dominando territorialmente, aunque nunca con el peligro necesario para encontrar en su punto de mira la portería contraria. Los segundos 45 minutos fueron un querer y no poder. Las bandas, con Cañadas y Riau, estaban inoperativas. Luego fue Rico el que lo intentó en lugar del jugador natural de Albudeite -quien se retiraba lesionado-, pero tampoco tuvo una tarde afortunada. Marcos Rodríguez y Diego Segura estuvieron prácticamente desaparecidos en todo este tiempo y de ahí que tanto Florian como Perona vieran cómo pasaban los minutos y apenas tenían opciones para encarar a Ricardo.

A pesar de que el conjunto onubense se encontró con uno menos en los últimos veinte minutos, supo cerrar bien líneas e incluso tratar de aprovechar los espacios que empezaba a generar el equipo del oriolano Pato para sorprender a la contra.

El técnico del conjunto local no encontraba la manera de perforar la portería contraria. Rico, en el minuto 85, tuvo en sus botas una opción para colocar el balón dentro de la red, aunque a pesar de estar solo, el esférico lo mandó alto. Florian lo intentó en algún remate sin incidencia y Riau, que parecía hacer a veces la guerra por su lado, levantó al público de sus asientos con acciones individuales que al final no tenían éxito.

El empate supone el fin de la gran racha de seis triunfos consecutivos y ahora el equipo cartagenerista afronta dos salidas a domicilio la mar de complicadas, ante el Sevilla Atlético y Cádiz.