El 1 de octubre de 2011 el FC Cartagena volvía a caer, en esta ocasión en su campo, contra un recién ascendido, el Guadalajara. Por aquel entonces era Javi López quien estaba en el banquillo -su segunda jornada- y el conjunto albinegro firmaba el peor arranque deportivo de su historia. Seis encuentros perdidos en las seis primeras jornadas disputadas.

El 30 de septiembre de 2012, justo un año después, el bloque entrenado por Pato lograba vencer con solvencia en la Línea de la Concepción a la Balona (0-1) y de esta manera sumaba su sexto triunfo consecutivo en esta competición, protagonizando, por su parte el mejor inicio en Liga de toda su historia. ¿Qué ha cambiado de un año para otro, para que se produzca esta enorme transformación? Es cierto que no es la misma categoría entre aquel conjunto -Segunda División- y éste -Segunda B-, pero sí existen algunas similitudes, sobre todo las que conciernen a la 'supuesta' calidad que un director deportivo y otro se encargaron de pregonar en pretemporada.

Probablemente haya más diferencias que parecidos entre aquella plantilla de la que tan sólo queda un mal recuerdo y mucha tristeza y ésta, que tan buen sabor de boca está dejando a su afición.

1. Hombres o nombres

'Mi plantilla está hecha de hombres y no de nombres'. Esta frase se la podríamos poner perfectamente en la boca a Paco Gómez en multitud de ocasiones. No ocurrió el año pasado, que fichó echándole un vistazo a los jugadores que salían en la 'Guía Marca'. Muchos con pasado en Primera, otros que venían de equipos importantes de Segunda, veteranos, jóvenes prometedores y ante ellos un técnico que pagó la novatada de dejarse hacer. Aquella plantilla de nombres costó la friolera de 4,5 millones de euros, de las más caras de Segunda. El resultado fue el que todos sabemos, pero en el vestuario el mal rollo fue la tónica dominante, probablemente salpimentado por los malos resultados desde el principio.

El FC Cartagena de esta temporada es diametralmente opuesto. Pedro Reverte, al contrario que su antecesor Ángel Quirantes, se ha visto frenado por una política de precios más restrictiva a la hora de fichar. Ha hecho encaje de bolillos para contratar a determinados futbolistas. Apenas ha errado -al menos por lo visto hasta el momento-, y entre sus objetivos estaba buscar futbolistas solidarios, entregados y sin nombre. Florian, el fichaje estrella, está siendo probablemente el más efectivo y el menos egoísta.

2. A qué se juega

Nunca lo supimos el año pasado. Paco López, Javi López y Carlos Ríos le dieron mil vueltas al equipo. Lo pusieron del derecho y del revés para desconcertar más aún a los jugadores y a los propios aficionados. Los porteros se intercambiaban casi cada semana, la defensa fue un coladero, el centro del campo y la delantera brillaron por su ausencia. Sin criterios, sin patrón y sin rumbo, el equipo naufragó desde el principio. Este año Pato quiere ser sobre todo práctico. Es cierto que no es un equipo brillante, pero el entrenador aprende rápido de sus errores. Ha cerrado bien atrás -dos goles en seis encuentros-, ha sabido reconvertir a un mediapunta en centrocampista y tiene mucha clase en ataque para resolver partidos complicados. Pasa del 4-4-2 al 4-3-3 sin problemas y su equipo no se resiente.

3. Con quién cuentan>

De momento Pato ha puesto sobre el tapete a 20 jugadores en estos inicios. Es cierto que hay un equipo base y sobre él va haciendo cambios a tenor de la semana, las lesiones, el rival o el estado del jugador. Es verdad que casi todos tienen o han tenido su momento. Todo lo contrario al año pasado. Paco López, el primero, tenía unos futbolistas y descartó directamente a otros que no le valían para ningún momento. Con Javi López hubo cambios en defensa, pero mandó al ostracismo y a determinados futbolistas que luego, con Carlos Ríos volvieron a la picota. Riau, Julien, Chamorro, Cléber, Goni, Iván Bolado, Maldonado o Nico Raimondi fueron los que más sufrieron.

4. Delantera resolutiva

Tres goles en seis encuentros, dos de ellos de Iván Bolado y el otro de Toni Moral, ninguno de ellos sirvió para mucho, porque a pesar de ellos se perdieron los partidos. Los atacantes albinegros -Bolado, Chamorro y Goiria- sumaron cinco goles. Luego llegaron Raimondi y Braulio -entre los dos diez tantos-. Cinco delanteros que sumaron quince dianas en total. Curiosamente el máximo artillero fue un carrilero, Collantes, con ocho tantos.

Esta campaña ya acumulan diez goles, de los que seis han sido materializados por sus dos delanteros titulares -Florian y Perona-, tres para cada uno. También han llegado goles de centrocampistas -Cañadas, Rico y Diego Segura- y de la defensa -Navarro-.

5. El público aprende la lección

Creo que el público de aquel FC Cartagena de comienzos de la temporada pasada y el de ésta ha cambiado. Lo que ha pasado, sobre todo, es que ha madurado y a fuerza de sufrir mucho con lo que ocurría con el descenso, se ha cambiado el chip y se valora mucho más el triunfo y no tanto el buen o mal juego del equipo. La afición es más paciente, igual de entusiasta, pero mucho más madura. Lejos quedan aquellos partidos en los que Juan Ignacio Martínez hizo que los seguidores estuvieran en una nube, convirtiéndolos en exigentes e intransigentes. Ahora los triunfos se saborean más, aunque casi nadie se entusiasma demasiado, por si acaso.

6. El club baja de la nube

La consecuencia de un año malo es que algunos han querido tomar lectura y para que no vuelva a ocurrir. Al menos en algunos aspectos se ha mejorado. La comunicación entre club y afición es más fluida. Los rectores han bajado al suelo, entendido que sin los abonados no había futuro y emprendido una campaña de abonados que ha sido un éxito.

Los aficionados, especialmente las peñas, han logrado una mayor implicación de la entidad en sus demandas y estos han ayudado a que exista una mayor cohesión con la sociedad cartagenera.