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Javier Ibernón, tras una larga y activa trayectoria festera, que inició en 1992 alistándose en las Fuerzas de Choque Extraordinarii, asumió la presidencia de la Federación en enero de 2013.

Tras la clausura de las fiestas del pasado año, comenzó a prepararse el 25 aniversario, que hoy comienza a ser realidad.

La ilusión, moral, optimismo y fuerzas están a tope, y tratamos de imprimir ese carácter a cada uno de los festeros, que son los artífices de las fiestas para el disfrute de todos. El mayor sentido que tienen es rememorar la magnífica historia de la ciudad y ponerla a pie de calle. Que todos se involucren es el mayor deseo de cualquier presidente de Tropas y Legiones. Las fiestas no tendrían motivo de ser ni llevarían tanto trabajo si no fuera porque son para y por la ciudad y sus visitantes, que cada vez son más y la previsión apunta a que la cifra se multiplicará este año.

Este año todo se magnifica.

Pasamos de 275 a 375 actos con respecto a 2013 con actividades de todo tipo, pues Carthagineses y Romanos no es sólo historia, es también cultura puesta en la calle.

Comenzamos con la jornada de hoy y su fuego sagrado.

La llama sagrada ya varió el guión el pasado año, llegando en un velero latino y recorriendo la ciudad hasta alcanzar Ars Asdrúbalix (Molinete), desde donde encendieron las cinco colinas. Tuvo un resultado tan emocionante, apasionado y vibrante que este año se ha potenciado, añadiendo a los que han sido presidentes de la Federación y pasando el cortejo por el Teatro Romano, como símbolo de un yacimiento que a principio de las fiestas era motivo de reivindicación por los festeros.

Después, un pregón distinto.

Para este especial aniversario teníamos claro que debía ser pregonero local porque es hora de ser profetas en nuestra tierra y ante nuestra gente. También tenía que ser muy querido por todos y que se lo mereciese en un año tan señalado, lo que es mucho más que ir a ver la cara de un famoso. Así que quién mejor que la propia ciudad de Cartagena a través de un espectáculo de luz, sonido e imagen sobre la fachada del Palacio Consistorial nunca hecho antes, con una figura humana que representará a Cartagena. Nadie que lo vea podrá quedarse pasivo.

Se han atrevido a variar por primera vez el gran desfile.

Lo hemos hecho para darle un enfoque un tanto épico, con tres bloques diferenciados. Primero irá el pueblo, en el centro se situará la parte más ciudadana y cerrará la marcialidad de los militares. Todos irán con alegorías de lo que se representa en esas dos horas.

Y para cerrar, una ‘batalla filomusical’ de fuegos artificiales.

Si nuestro motivo central es la batalla, qué mejor cerrar las fiestas con dos castillos que se cruzarán en el cielo y que hará referencias a los diez días de fiestas, acompasado todo con la música.

¿Es cierto que tiene en mente introducir nuevos episodios históricos en los próximos años?

Es una idea personal que se basa en que actualmente hay más información sobre la historia que hace 25 años. Creo que sería un reto festero y un aliciente nuevo para el gran público.

Por último, parece ganada la batalla del relevo generacional.

El pasado año hubo altas en el 90% de los grupos y se agotaron las nuevas túnicas. En el presente se han completado las 50 tropas y legiones. Todo hace indicar que hay interés por sumarse a las fiestas y que el relevo generacional se está alcanzando de una forma pausada pero constante.