Veinte años. Eso es lo que le ha durado al PP su mayoría absoluta en el ayuntamiento de Murcia, una institución que podrá seguir gobernando, pero en minoría. Los populares, encabezados por José Ballesta (se presentaba por primera vez sustituyendo a Miguel Ángel Cámara, que ha estado cinco mandatos) lograron ayer 12 concejales, perdiendo 47.804 votos y siete ediles. Mientras, el PSOE, la segunda fuerza más votada en la capital de la Región, consiguió seis bancadas, las mismas que tenía en la anterior corporación.

La sorpresa de la jornada fue el empate de concejales de Cambiemos Murcia (IU y otras organizaciones sociales y políticas) y de Ahora Murcia (la facción apoyada por Podemos, fruto de una excisión de Cambiemos). Ambas formaciones tendrán la misma representación: tres concejales. Otra de las novedades de la jornada electoral fue la irrupción de Ciudadanos, encabezados en Murcia ciudad por Mario Gómez, que entra con fuerza en el ayuntamiento de Murcia, convirtiéndose en la tercer fueza política. UPyD, que contaba con dos concejales en la corporación pasada, se queda sin representación, tal y como ya preveían las encuestas.

El batacazo del PP no impedirá a Ballesta ser el alcalde de Murcia durante los próximos cuatro años, ya que en los ayuntamientos que no hay mayoría absoluta la autoridad municipal es la que más votos a favor obtenga. Sin embargo, sí necesitará el apoyo de otros grupos para sacar adelante proyectos importantes como los presupuestos municipales, las ordenanzas fiscales, la venta de patrimonio, los créditos para la financiación de inversiones y otras iniciativas marcadas en la ley, que establece que esos acuerdos se hagan por mayoría absoluta.

Ciudadanos podría ser ese bastón en el que se apoyará Ballesta para sacar adelante los presupuestos municipales y otros proyectos vitales para el municipio. Y más teniendo en cuenta que la formación que lidera a nivel nacional Albert Rivera ha manifestado en numerosas ocasiones que dejará gobernar a la lista más votada. Otra opción que se abre ante el panorama obtenido en las elecciones municipales celebradas ayer es que se unan todos los grupos políticos que no han obtenido la mayoría simple y que propongan un candidato a alcalde. En este caso, podría ser el de la segunda lista más votada: la del socialista José Ignacio Gras, una posibilidad que se antoja remota por la disposición de Ciudadanos a dejar gobernar a la más votada.

Gras, abierto a pactos

El cabeza de cartel de Cambiemos, Nacho Tornel, valoró tras los resultados obtenidos que «la estrategia de dividir el voto ha funcionado y hemos perdido la oportunidad de hacer una izquierda fuerte». Sobre los pactos, señaló que «no nos negaremos a nada, siempre que sea para poner el Ayuntamiento al servicio de los ciudadanos».

Por su parte, el candidato del PSOE a la alcaldía, José Ignacio Gras, indicó que es el momento del «diálogo, de la conversación y de la política» y añadió que hay que empezar a trabajar, con estos partidos emergentes y con un objetivo de cambio, para que el municipio «tenga otra forma de hacer política, tenga una mayor presencia por parte de los ciudadanos, y que la participación sea un eje en la política municipal».