­El abrigo que tanto luce últimamente no es rojo, «es coral y lo compré en las rebajas hace tres años», una aclaración que sólo haría una mujer. Ya es abuela y presume de nieto, pero cuesta echarle los 60 años que cumplirá el próximo mes de noviembre.

¿Qué queda de la Pilar Barreiro de hace 20 años?

Soy la misma Pilar, con la misma ilusión y energía y la misma pasión de trabajo. Soy la misma de siempre, la que vive en el mismo sitio, la que compra en la misma pescadería, la que va andando al trabajo. Lo único, que he cogido más experiencia.

¿Qué corregiría?

Nada importante. Sólo detalles. He trabajado con un proyecto claro. Y cuando uno se pone en manos de expertos para que le vayan diciendo cómo hacerlo, sólo tiene que marcar los objetivos. Quería diversificar la ciudad, crear una línea económica del turismo, que lo ciudadanos recuperaran la pasión por la ciudad, que los barrios y diputaciones tuvieran unos servicios excelentes. Todo eso se puede hacer cuando los ciudadanos le dan a uno su confianza mayoritaria y, por tanto, es un trabajo de todos, gracias a sus votos.

Parece que nada ni nadie puede con usted. ¿Han intentado echarla muchos?

No tengo esa sensación. De mis compañeros, ninguno. Cada confrontación electoral, la oposición, lógicamente, trata de apartarnos al PP y a mí, pero eso es lo normal en la política. Siempre me he sentido muy amparada por mis equipos y por el partido.

José López, Gerardo de la Torre... ¿Siente que ha hecho muchos enemigos en estos 20 años?

Cuando alguien quiere una cosa que no se la puedes dar, algunos se conforman y otros toman otros derroteros, pero eso es responsabilidad de cada uno y son cosas que un alcalde se lleva a su casa entre pecho y espalda. Y no se pueden contar.

¿Hasta cuándo seguirá? Se dice que si repite, no terminará la legislatura.

(Se ríe). Eso es de siempre, desde el año 95 lo estoy escuchando. El partido me ha designado candidata, tengo proyectos para cuatro años y no me planteo nunca esas cosas. Eso de que me voy es como un mantra. Me he pasado media vida diciendo que no me voy.

Tras ser designada candidata por sexta vez dijo que hace 20 años nadie soñaba con una Cartagena como la actual. ¿No vivirá de las rentas?

De rentas nada. Sí creo que el camino de progreso que lleva Cartagena hay que cuidarlo mucho para que continúe así. Es necesario tener plan, proyecto y modelo de ciudad. Lo que hoy vemos, una Cartagena que no es ni siquiera la de hace diez años, es gracias a que se ha seguido un plan de diversificación económica y de captar al turismo en todos sus ámbitos. Los municipios no son inertes, tienen vida y, si uno no sigue trabajando, se queda atrás. El alcalde que diga que no tiene proyectos para su ciudad que cierre el cajón y se vaya.

¿Sus prioridades para la nueva legislatura?

Hay que culminar la recuperación del casco. Se ha hecho una labor ingente. Hemos de terminar la excavación del Foro Romano, porque va a constituir el espacio arqueológico más grande de España. Tenemos que desarrollar ese barrio de emprendedores e investigadores que está a punto de materializarse para que Cartagena sea el destino de las empresas y los creativos de alta tecnología y de otras formas de crear economía. También pretendemos recuperar para el casco urbano el Molinete y el Monte Sacro, lo que no pudimos hacer antes por la crisis. Necesitamos hacer una ciudad como la que hemos conseguido crear entre todos, una ciudad que es la envidia de todos los que vienen a visitarla.

¿Crear empleo es uno de sus empeños? ¿Cómo lo hará?

Pues trabajando por todo lo que acabo de decir. Estas cosas no las hacemos para que la ciudad sea más bonita. Todo esto tiene el objetivo de generar riqueza y crear empleo. Y ese debe ser el norte de todo Gobierno. Sé que quien ha estado o está en paro lo pasa mal, pero quiero transmitirle que esta ciudad tiene grandes expectativas y que va a haber empleo.

¿No es vender humo hablar de ser puerto home cuando la decisión depende de las navieras?

Las navieras toman la decisión en función de lo que les ofrece la ciudad. Antes no venían. Y, hoy en día, traen sus barcos porque a sus clientes les gusta el puerto, porque no tienen que desplazarse a hacer excursiones, porque es una ciudad para pasear, limpia y con el Teatro Romano a cinco minutos de donde desembarcan. El siguiente paso es que grupos de pasajeros puedan embarcar en las escalas y es un primer paso para ser ´puerto home´. Si lo es Vigo o Málaga, por qué no lo vamos a ser nosotros.

¿Es más fácil trabajar con Antonio Sevilla que con Viudes?

Pero muchísimo más, entre otras cosas porque lo ha entendido a la primera.

¿Comparar al Molinete con Pompeya, no es exagerar?

Yo he estado en Pompeya hace tres meses y... Según los arqueólogos, no lo es, Yo soy una turista, no una arqueóloga, pero esta ciudad tuvo tanta importancia en la época romana que lo que hay aquí es muy relevante. Cuando llegué aquí, en el año 95, encima del Teatro Romano había un barrio y nadie se hacía a la idea de lo que se iba a encontrar allí.

¿Hay que salvar el Rosell?

Ante esos mensajes pesimistas, yo pongo los datos. Se repite una y otra vez que Urgencias del Rosell y el hospital están cerrados, cuando la media de pacientes que atiende el servicio de Urgencias del Paseo es de 150 diarios. Será porque está bien. El 46% de las cirugías que se hacen en el área de salud se practican en el Rosell. Esos datos se ponen en frente de aquellos a los que les conviene decir que el Rosell está cerrado. Además, en estos cuatro años de crisis acuciante, se han invertido en sanidad en Cartagena 204 millones de euros, entre otras cosas en un hospital puntero en España. En este municipio hay dos hospitales a diez minutos de distancia y 40 centros de salud y consultorios. Hemos hecho nuevos y hemos renovado los que había. La sanidad está totalmente descentralizada.

¿Volvería a gastarse más de sesenta millones de euros en construir El Batel?

Absolutamente. Siempre digo que El Batel es una fábrica del turismo. Es un edificio impresionante y constituye toda una zona cultural en pleno puerto de Cartagena. Está enclavado frente a la Muralla de Carlos III con una salida por Gisbert con un ascensor panorámico impresionante y con el Teatro Romano a las espaldas. Ha estado presente en todas las bienales de Arquitectura y ha salido en todas las revistas especializadas. Es un edificio que nos recuerda que ese era el puerto industrial. Y cuenta con una gran sala para 1.400 espectadores en la que se puede disfrutar de una ópera o un concierto con una acústica impresionante. Además, hay siete salas donde los congresistas pueden venir. Y hay pocas ciudades con un Palacio de Congresos en pleno centro.

AVE, Corredor Mediterráneo, el puerto de El Gorguel... Parecen promesas de anteriores legislaturas.

El proyecto del AVE ha estado muchos años parado y, hoy en día, es una realidad en Cartagena. Este año va a haber 30 ciudades conectadas por el AVE y yo quiero que la nuestra esté. Para eso, ante una situación económica de crisis en la que el Ministerio dice que quiere traer el AVE pero prefiere que sea sin soterrar porque es muy caro, yo dije que era la primera que quería el AVE. Y antes de que se planteara el problema de dividir un barrio, planteé la solución de llevar la estación a una zona más central, que le permite distribuir a los pasajeros por roda la comarca, no tenía que acometer ningún soterramiento y, además, el crecimiento de la ciudad puede ir por el barrio de la Estación, lo que era imposible con las líneas ferroviarias. Facilité al Ministerio un solar del Ayuntamiento en una zona desarrollo como Mandarache. Yo quiero el AVE para Cartagena. En Cartagena, todo el mundo quiere el AVE, menos la oposición. Mientras, nosotros hemos conseguido que se adelante su llegada, que será en el año 2016. Y nos conectará con Francia y con Madrid. Un gobierno fuerte con mayoría evitaría que nadie pudiera frenar la llegada del AVE.

¿Y para la actual estación?

Es un BIC. Se le dará contenido y será un revulsivo para el barrio.