«No os voy a pedir el voto, os voy a pedir que razonéis, que os leáis los programas. Estamos viviendo algo histórico. El próximo domingo será un día que todos recordaremos y que podremos contar a nuestros hijos y nietos. Así que hacer historia». Así concluyó Pablo Iglesias, candidato de Podemos a la presidencia del Gobierno, su acto de ayer en el Teatro Circo de Murcia, con capacidad para 900 personas, según la organización, se quedó pequeño ante la gran cantidad de murcianos que querían oír a uno de los principales responsables de que la política española se haya transformado y que las elecciones de mañana sean las más disputadas de la historia democrática de España.

Pablo Iglesias, que se presentó como una persona que se somete a una entrevista de trabajo para ser presidente del Gobierno, respondió a las cuestiones que le plantearon siete ciudadanos, que le plantearon sobre sus planes sobre distintos asuntos como las becas educativas, la legislación laboral, la ciencia, las políticas de igualdad y la reforma eléctrica.

«El presidente del Gobierno no es el jefe de los españoles, sino su empleado», señaló el líder de Podemos, que utilizó un formato inusual en un acto de campaña, de pie sobre el escenario, moviéndose y apuntando en un panel las cosas que le planteaban sus entrevistadores. Iglesias, que era profesor de la Complutense antes del despegue de Podemos, mostró su lado más docente. Al entrar en el teatro sonaba la banda sonora de la película 'Los Cazafantasmas'.

Ante una audiencia entregada que lo jaleaba el grito de «presidente, presidente», «sí se puede» y «remontada», el acto tuvo una profunda carga emotiva. Josefina, una vecina de Novelda parada de larga duración, sobrecogió al público relatando, con la voz quebrada, su historia. «He renunciado a ser madre», afirmó. Iglesias señaló que su programa contempla una ayuda de 150 euros a todas las madres que tengan un hijo, así como elevar el salario mínimo interprofesional hasta más de 900 euros en cuatro años. «Abaratando el despido solo se consigue despedir a más gente», indicó, elogiando «el ejemplo democrático» que están dando los trabajadores de Júver, presentes en el teatro Circo ayer. «Si la democracia no interviene en la economía, no es democracia».

Tras confirmar que Pablo Echenique será ministro de Ciencia en su hipotético Gobierno, anunció, a preguntas del joven murciano Andrés, un plan para el retorno de investigadores que se han tenido que ir fuera y criticó que en la televisión «haya sitio para tertulianos de 13TV y no para programas de divulgación científica».

Paula, maestra de Molina, le planteó la posibilidad de que los permisos de maternidad sean de seis meses y que mujeres puedan dar el pecho a sus hijos en los edificios públicos. «En unos meses veréis a Carolina Bescansa (que va en las listas de Podemos por Madrid) dar de mamar a su hijo en el Congreso de los Diputados», señaló el presidenciable.

A Carmina, una murciana que superó un cáncer, le expuso su proyecto de Renta de Inserción de 600 euros para las pesonas sin recursos, así como el complemento salarial para llegar a los 900. «No es limosna, sino justicia».

Para combatir la economía sumergida, cuestión que le planteó la periodista Belén, propuso aumentar el número de inspectores de hacienda y de trabajo. Dijo que los paraísos fiscales le cuestan 2.000 euros a cada español y que con el dinero robado por la trama Púnica se podrían pagar 83.000 plazas universitarias y 500.000 días de ingresos hospitalarios. No obstante, Iglesias instó a «no criminalizar» a aquellos ciudadanos medios que realizan trabajos sin contrato por necesidad.

Para el candidato a la presidencia del Gobierno supone una aberración «que en Murcia la factura de la luz sea más cara que en Beverly Hills», tras una pregunta que le realizó el jubilado José Manuel, de Murcia. Criticó la liberalización del sector eléctrico que realizó José María Aznar en 1997 y arremetió una vez más contra las puertas giratorias. «Con voluntad política y la ley se puede abaratar el precio de la luz. Si soy presidente, esta Navidad no va a haber ninguna familia española que se quede sin electricidad por no poder pagarla», prometió.

Ana Belén de Ceutí le preguntó por los servicios sociales e Iglesias se comprometió a derogar la Ley Montoro que reduce las competencias de los ayuntamientos.

Otras de sus promesas fue la de volver a Murcia cuando sea presidente del Gobierno para someterse a las preguntas de los ciudadanos en un acto como el de ayer.

Tras su intervención, Pablo Iglesias, exhausto tras los 15 días de campaña, posó también junto con una pancarta que exige el soterramiento del AVE en Murcia.