El mensaje que el Partido Popular intenta difundir en la recta final de la campaña electoral entre los electores murcianos es que, si ellos no consiguen la mayoría absoluta que les permita gobernar la Región de Murcia en solitario, como lleva haciendo en los últimos 20 años, habrá un acuerdo entre PSOE, Podemos y Ciudadanos para desalojarlos del poder.
En esa idea incidieron este miércoles el candidato a la presidencia de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, y el presidente del Gobierno y del PP nacional, Mariano Rajoy, quien finalmente visitó Murcia en campaña electoral (al principio no estaba previsto que lo hiciera) para arropar a Sánchez e intentar darle un último empujón hacia la ansiada mayoría absoluta que, según indican las encuestas electorales, corre peligro.
Mariano Rajoy participó en un acto sectorial con jóvenes, que tuvo lugar en el edificio anexo del auditorio regional Víctor Villegas de Murcia, donde se congregaron 700 personas y en el que también estuvieron el candidato a la alcaldía de Murcia, José Ballesta; el presidente del PP regional, Ramón Luis Valcárcel, y el jefe del Ejecutivo regional, Alberto Garre, así como Javier Arenas, vicesecretario de Política Autonómica del PP, y Rafael Hernando, portavoz parlamentario popular, entre otros.
El presidente del Gobierno reclamó el voto para su partido en la Región «para ahorrarnos cuatro años de líos», ya que considera que las coaliciones entre partidos para gobernar «acaban siempre como acaban. Se coaligan, organizan un problema, son incapaces de solucionarlo y luego tiene que venir el PP a arreglarlo. Por ello, apostemos ya por la seguridad y estabilidad que ofrece el PP».
Mariano Rajoy sacó pecho de su gestión, asegurando que España será el país que más crezca de la zona euro este año y anunciando que se van a crear 600.000 empleos en este ejercicio, con el objetivo de alcanzar los 20 millones de cotizantes a la Seguridad Social en la próxima legislatura. «Lo que funciona no se toca», manifestó el presidente, quien recordó que los socialistas «dejaron 3,5 millones de parados» y al país al borde del rescate en 2012, que calificó como un año «muy duro». «Hay que andarse con cuidado, porque sería un error clamoroso que nos volvieran a gobernar quienes generaron la mayor crisis de la historia de España», advirtió.
Por ello, llamó a los ciudadanos «a no echar por tierra todo el esfuerzo realizado en estos años» entregando el Gobierno de municipios y autonomías «a una izquierda más radicalizada que nunca». Por contra, reivindicó que el PP «es una organización grande, seria y al servicio de España, no se creó hace un cuarto de hora como otros (referencia a Ciudadanos) ni ha nacido en un plató de televisión (por Podemos)».
El presidente realizó un elogio de la figura de Pedro Antonio Sánchez, a quien definió como «un hombre joven y con experiencia», destacando su trayectoria como alcalde de Puerto Lumbreras, como diputado autonómico y como consejero de Educación. «Tiene ganas, ilusión, fuerza, determinación y pasión para ser presidente de la Región de Murcia», dijo Rajoy sobre Sánchez. Señaló que el proyecto político del PP «es el de todos lo murcianos» y se comprometió a apoyar las reivindicaciones de la Región, como el agua y el Corredor Mediterráneo.
El jefe del Ejecutivo y del PP nacional admitió que en estos años ha tenido que tomar decisiones «desagradables, pero necesarias» que no siempre han beneficiado las perspectivas electorales de su partido. No obstante, reclamó a los electores murcianos «que volváis a confiar en nosotros, que no somos perfectos pero que hemos hecho lo que teníamos que hacer». Rajoy se mostró convencido de que los ciudadanos otorgarán su confianza al PP en la Región el 24M. «Vamos a ganar con mayoría suficiente el domingo», auguró ante una audiencia necesitada de optimismo ante las malas perspectivas.
Rajoy tuvo palabras de apoyo para los agricultores del Altiplano afectados por la granizada del martes. Iba a comer con Sánchez, pero no pudo hacerlo porque el candidato iba a ir, precisamente, a la zona afectada por el granizo.
