No habrá un Gobierno tripartito entre PSRM-PSOE, Podemos y Ciudadanos, las tres formaciones que pueden arrebatarle el Gobierno regional al Partido Popular en el caso de que las urnas confirmen el próximo 24 de mayo las predicciones del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que en su última encuesta electoral dejaba a los populares al borde de la mayoría absoluta en la Asamblea Regional, que está en 23 diputados, con lo que una unión entre socialistas (entre 11 y 12 escaños) y los partidos de Pablo Iglesias y Albert Rivera (seis diputados cada uno) podría mandar al PP a la oposición.

«Nosotros no vamos a formar parte de ningún Gobierno si no somos las candidatura más votada en las próximas elecciones», respondió de forma contundente el candidato de Ciudadanos a la presidencia de la Comunidad, Miguel Sánchez, tras preguntarle este diario si estaría abierto a formar parte de un Gobierno de coalición que propicie un cambio político -el lema de campaña de Ciudadanos es precisamente ´Murcia pide cambio´- en la Región de Murcia tras veinte años ininterrumpidos de mayorías absolutas de Ramón Luis Valcárcel.

La posición de Miguel Sánchez también implica que Ciudadanos no va a formar parte de un Gobierno de coalición con el Partido Popular en el caso de que Pedro Antonio Sánchez se imponga en las elecciones sin mayoría absoluta. Otra cosa sería que Ciudadanos fuera el partido más votado en las urnas, algo que parece poco probable, pese al crecimiento que la formación de Albert Rivera está experimentando en todo el país.

El candidato autonómico de la formación naranja ya ha expresado en otras ocasiones algunas de las líneas rojas que tiene su partido a la hora de alcanzar acuerdos con otras formaciones. Así, una de las premisas básicas es la de no pactar con formaciones que tengan imputados en las candidaturas. Lo está demostrando en Andalucía, donde el principal escollo para respaldar la investidura de Susana Díaz está siendo la permanencia de los expresidentes socialistas Manuel Chaves y José Antonio Griñán, ambos imputados por el caso de los ERES, en el Congreso de los Diputados y el Senado, respectivamente.

En la Región, PP, PSOE, Ganar y Podemos no cuentan con ningún candidato con cuentas pendientes con la Justicia en sus listas autonómicas. La única excepción está en las candidaturas municipales de PP, como el caso de Fuente Álamo, donde María Antonia Conesa, alcaldesa y aspirante a la reelección, se encuentra a la espera de juicio oral por un supuesto delito de cohecho. El problema con los populares podría venir por la permanencia de Joaquín Bascuñana, imputado en el caso Novo Carthago, como delegado del Gobierno en la Región.

Así las cosas, no será fácil alcanzar un acuerdo con Ciudadanos para que, al menos, su partido se abstuviera en el debate de investidura y permitiera que la candidatura más votada formara Gobierno. Miguel Sánchez asegura que facilitará la investidura del partido «que asuma nuestras propuestas de regenaración política y económica».

Asimismo, Ciudadanos apuesta por los pactos puntuales para aprobar cuestiones de importancia en la Asamblea Regional. Además, otras de las iniciativas que planteará Miguel Sánchez si sale elegido diputado regional será solicitar la creación inmediata de varias comisiones parlamentarias de investigación: una sobre la desalinizadora de Escombreras y otros asuntos como podrían ser el caso Novo Carthago y Corvera.

En una entrevista a Efe, Sánchez insiste en que Ciudadanos «no cambiará cromos» porque defiende «una nueva política donde lo prioritario serán los programas, las ideas, el interés general y el bienestar de los ciudadanos de la Región de Murcia».