El pasado mes de enero, en plena celebración del foro económico mundial de Davos bajo el título "Actuando en un mundo fracturado" parecía claro que la IV Revolución Industrial no puede ser un sinónimo de exclusión y que es esencial que las sociedades no se dividan entre ganadores y perdedores, que no se trate solo de tecnología y negocio, sino de personas.

La propuesta de valor de las compañías ha variado respecto a hace años. Hoy en día el compromiso social tiene un peso específico en el propósito de las compañías y es un motor de creación de valor de las organizaciones, precisamente porque no han perdido un concepto básico: colocar a las personas en el centro.

Si hablamos de la confianza de las personas con el entorno, una excelente fotografía de la situación en nuestro país y en el mundo, nos la ofrece el barómetro de confianza de Edelman. En el caso de España, el 77% de los entrevistados dice tener miedo de los efectos que las noticias falsas pueden tener sobre la opinión pública. El 63% opina que un ciudadano medio no tiene la capacidad de distinguir entre una noticia verdadera y una falsa, y un 60% cree que es complicado establecer si la fuente de una información es una fuente solvente o no.

Este año se ha producido además un renacimiento de la fe en los expertos en detrimento de la confianza en los compañeros. Los expertos técnicos (63%) y académicos (61 %) se erigen en los portavoces más creíbles por delante de la categoría "una persona como tú", que en general bajó seis puntos a un mínimo histórico del 54%.

En España se reproduce esta tendencia y observamos que los expertos académicos (76%) y expertos técnicos (73%) lideran también el ranking. Lo cierran los miembros del gobierno y los CEOs con un 37 y un 45% respectivamente. El empleador es la nueva casa segura en la gobernanza global, con un 72% afirmando que confían en su propia empresa. El 64 % cree además que una empresa puede tomar medidas que aumenten las ganancias y mejoren las condiciones económicas y sociales de la comunidad donde opera.

La credibilidad de los CEO ha aumentado además bruscamente siete puntos, subiendo al 44%, después de que varios líderes empresariales de alto perfil expresaron sus posiciones y posturas sobre temas de candente actualidad e interés global. En España esta cifra alcanza el 45% creciendo 5 puntos con respecto al año pasado.

La creación de confianza (69%) es ahora el trabajo principal para los CEOs, superando la producción de productos y servicios de alta calidad (68%). Se consolida la idea de vislumbrar las empresas como agentes de cambio, dentro de una realidad empresarial que se transforma para impactar de forma positiva en la sociedad. Algo así como una conexión entre progreso social y económico, que en SERES entendemos como un paso necesario, que debe contar con un elemento tractor indispensable: el liderazgo responsable por parte de los primeros ejecutivos de las organizaciones.

Es evidente que las estrategias de la relación de la empresa con la sociedad están experimentando una evolución progresiva. Cada vez, resulta más habitual ver el paso hacia la visión global de las corporaciones, la redefinición de colaboración de las industrias en oportunidades de desarrollo global y el nacimiento de alianzas estratégicas con otras organizaciones. Las empresas buscan crear actuaciones sociales perdurables en el tiempo, eficientes, que multipliquen el impacto y que conviertan el compromiso social empresarial en oportunidades.

Contamos con un desafío colectivo, que requiere de los esfuerzos, sostenidos y permanentes, de instituciones, de individuos y de gobiernos. El papel de las empresas es fundamental para el progreso económico y el progreso social. En SERES defendemos la transformación de la realidad empresarial para alcanzar una sociedad mejor.