El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha acordado este jueves extender durante al menos nueve meses más de lo previsto inicialmente su programa de compra de activos, que durará así como mínimo hasta finales de diciembre de 2017, aunque a partir del próximo mes de abril el importe de compras mensual se reducirá a 60.000 millones, frente a los 80.000 millones que comprará hasta finales de marzo de 2017.

De este modo, el BCE se compromete mantener vigente su programa de compra de activos durante al menos 9 meses más de lo anteriormente previsto, lo que supondrá la compra de activos por parte del banco central por importe de al menos 540.000 millones de euros adicionales, lo que impulsará la cifra destinada a tal efecto desde el comienzo del programa en marzo de 2015 hasta unos 2,3 billones de euros.

"Con respecto a las medidas no estándar de política monetaria, el Consejo de Gobierno decidió continuar sus compras bajo el programa de adquisición de activos al ritmo actual de 80.000 millones de euros al mes hasta el final de marzo de 2017", anunció la institución.

Sin embargo, el BCE ha anunciado que "desde abril de 2017 las compras se realizarán a un ritmo mensual de 60.000 millones de euros hasta el final de diciembre de 2017 o más allá si fuera necesario y, en cualquier caso, hasta que el Consejo de Gobierno aprecie un ajuste sostenido de la senda de inflación consistente con su objetivo".

No obstante, la institución ha asegurado que en caso de que las perspectivas sea menos favorables o se registraran condiciones financieras inconsistentes con el avance en un ajuste sostenido de la senda d inflación, el Consejo de Gobierno tiene previsto "incrementar el programa en términos de volumen y/o duración".

Por otro lado, con el objetivo de mejorar la implementación de su programa de compras, Mario Draghi ha anunciado que desde enero de 2017 el BCE ampliará el rango inferior de vencimientos de la deuda que puede adquirir bajo su programa, que pasará de los actuales dos años a un año.

Asimismo, el presidente del BCE indicó que el programa permitirá en la medida que fuera necesario adquirir deuda con rentabilidad inferior a la ofrecida por la facilidad de depósito, actualmente fijada en el -0,40%, aunque Draghi subrayó que se trata de "una opción, no una necesidad".

En este sentido, el banquero italiano defendió que la extensión del programa de compras del BCE "preserva una muy sustancial relajación monetaria" y afirmó que ofrece una presencia más sostenida en el mercado, así como una transmisión más duradera de las medidas de estímulo.