La Reserva Federal (Fed) cumplió este miércoles con los pronósticos en una jornada histórica al acordar la primera subida de tipos de interés en EEUU en casi una década, que se sitúan ahora entre 0,25 % y 0,50 %, a la vez que resaltó que el futuro proceso de ajuste monetario será "gradual".

"Esta acción marca el final de un periodo extraordinario de siete años de tipos cerca de cero para apoyar la recuperación de la economía tras la peor crisis financiera y recesión desde la Gran Depresión", afirmó Janet Yellen, presidenta de la Fed en su rueda de prensa para comentar la decisión monetaria.

El banco central estadounidense decidió subir los tipos de interés de referencia en 25 puntos básicos, lo que supone la primera alza en el precio del dinero en el país desde mediados de 2006 y el primer movimiento en sus tasas de interés desde 2008, cuando los situó cerca de 0 % en plena crisis financiera.

En su esperado comunicado tras la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), la Fed señaló que "espera que las condiciones económicas evolucionarán de una manera que exija solo incrementos graduales en los tipos de interés de referencia".

Yellen insistió en que la decisión de iniciar el ajuste monetario, que se tomó de manera unánime, refleja la "confianza" del banco central en la recuperación de la primera economía global.

Los mercados reaccionaron con cauto optimismo al anuncio de la Fed, que había sido anticipado de manera mayoritaria por los analistas, y el Dow Jones, el principal indicador de Wall Street registró un alza de 1,28 % al término de la jornada.

Sin embargo, el dólar, que se había pronosticado se fortaleciese tras la decisión del comienzo del ajuste monetario, retrocedía ligeramente respecto al euro y al yen después de apreciarse en los primeros minutos.

Yellen también comentó que los riesgos derivados de la economía global se "han reducido".

La Fed decidió postergar el inicio del ajuste monetario en su reunión de septiembre debido a los episodios de volatilidad financiera internacional, especialmente en China, lo que generó dudas sobre el curso de política monetaria en EEUU.

Aunque la intención de encarecer el precio del dinero había sido apuntada de manera clara por el banco dirigido por Yellen, no todos los economistas se mostraron a favor y reconocían la complejidad de la situación.

"Es una decisión complicada. Por un lado la inflación sigue siendo baja. Por otro, es difícil argumentar que los tipos deberían seguir cerca de cero cuando la tasa de desempleo está en 5 % y en descenso", indicó Justin Wolfers, profesor de Economía y Políticas Públicas de la Universidad de Michigan, en un correo.

Yellen recalcó que ante los periodistas los miembros del banco central estadounidense se muestran "razonablemente confiados" en que la inflación se elevará, y que los factores "transitorios" que la mantienen por debajo de la meta marcada a medio plazo del 2 %, como el bajo precio de la energía y fuerte dólar, se irán diluyendo.

En noviembre, la inflación interanual se ubicó en el 0,5 %.

Por otro lado, el banco central estadounidense actualizó sus previsiones macroeconómicas, respecto a las publicadas en septiembre, y en las que dejó sin cambios los pronósticos de crecimiento del 2,1 % en 2015, y elevó una décima hasta 2,4 % el de expansión estimada para 2016.

Por lo que se refiere al desempleo, el organismo dirigido por Yellen prevé que cierre 2015 con una tasa del 5 %, sin cambios respecto a tres meses atrás, y del 4,7 % en 2016, una décima menos de lo calculado previamente.

La próxima reunión sobre política monetaria de la Fed está prevista para el 26 y 27 de enero de 2016.