El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, evitó hoy referirse a la investigación a la que serán sometidos él y once miembros de su familia por presunto fraude fiscal y falsedad documental.

La Audiencia Nacional admitió ayer a trámite una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción por un presunto delito fiscal y otro de falsedad documental contra el presidente del Santander, Emilio Botín, y otros once familiares (sus cinco hijos y su hermano Jaime, y sus descendientes).

Aunque todos ellos han pagado en total 200 millones de euros tras regularizar su situación fiscal de los ejercicios 2005 a 2009, Anticorrupción les ha denunciado porque la Agencia Tributaria no ha podido terminar de comprobar que las declaraciones complementarias presentadas el año pasado hayan sido "completas y veraces".

En su contestación a los accionistas que intervinieron en el turno de preguntas en la Junta, más agitado que otros años, Botín dijo: "No comento temas judiciales", e instó a los intervinientes a "hacer propuestas concretas" relacionadas con el orden del día, llegando incluso a retirarle el uso de la palabra a uno de ellos.

Tampoco quiso hablar de la condena a tres meses de prisión e inhabilitación para el consejero delegado del banco, Alfredo Sáenz, pese a que fue preguntado por varios accionistas, uno de los cuales le dijo que se calmara -"que está usted muy nervioso"- y le recordó: "Tenemos derecho a preguntar lo que queramos".

Botín se limitó a señalar, como ha hecho en otras ocasiones, que "Alfredo Sáenz es el mejor consejero de la banca" e insistió en que su "número dos" informó en todo momento al Consejo de todo lo que ocurría y éste no juzgó necesario retirarle de sus funciones, como lo explicó la entidad en su momento a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Sobre la investigación fiscal contra los Botín, uno de los accionistas le preguntó con sorna por "el auto conocido ayer, que no es precisamente un Ferrari", en alusión al patrocinio de la entidad a la Fórmula Uno, tras lo que fue interrumpido con contundencia por Botín, que suele esperar a que terminen de hablar todos para contestarles al final.

"Es usted muy maleducado y no tiene ni idea de derecho de sociedades", le dijo el accionista, Antonio Panea, que suele intervenir en todas las Juntas, ante la insistencia de Botín en que se limitara a hacer propuestas concretas.

"Si no le gusta lo que digo no me deje entrar", dijo Panea, que le recordó a Botín que "los indignados están fuera", antes de que el presidente del banco le retirara el uso de la palabra, levantando una fuerte salva de aplausos entre los asistentes a la Junta.

Una veintena de personas del movimiento 15-M se concentró en la puerta del Palacio de Exposiciones y Congresos de Santander antes del comienzo de la Junta, con pancartas, silbidos y pitos, y con proclamas como "la banca, nuestra ruina", "no sois españoles, sois unos ladrones" o "mucha corbata y poca vergüenza".