British American Tobacco (BAT), fabricante de marcas como 'Lucky Strike' y 'Pall Mall', reaccionará ante los movimientos de precios de sus competidores, Philip Morris e Imperial Tobacco, abaratando sus marcas "para mantener su competitividad en este nuevo escenario de mercado", según avanzó en un comunicado.

La compañía, segunda tabaquera del mundo, subió el pasado 30 de abril en diez céntimos el precio de sus principales marcas, en lo que calificó como un "guiño al Gobierno para que evolucionara en su planteamiento fiscal hacia el tabaco".

Este movimiento fue secundado por Imperial Tobacco (Fortuna y Ducados), pero Philip Morris, "siguiendo una agresiva política de precios similar a la iniciada recientemente en otros países europeos", ha aprovechado para reposicionar sus marcas Marlboro, Chesterfield y, especialmente, L&M, que bajó de precio.

"Ahora se avecinan más reacciones", pronostica el grupo, que remarca que se ha visto obligado a volver a los diferenciales de precios entre marcas que existían antes de la subida del pasado 30 de abril.

Según el director de Asuntos Corporativos de BAT, Juan José Marco, la intención del grupo tabaquero al liderar la subida de precios "era trabajar en favor de la sostenibilidad de todos los intereses del sector: Gobierno, agricultores, estanqueros, distribuidores y empresas tabaqueras".

"No obstante, si nuestros principales competidores quieren aprovechar la situación con fines comerciales, debemos reaccionar", añadió.

Según un estudio realizado por Analistas Financieros Internacionales (AFI) para BAT, la actual estructura de impuestos es un "anacronismo derivado del deseo de proteger al antiguo monopolio de Tabacalera" y anima a que se puedan llevar a cabo bajadas de precios sin apenas coste para las tabaqueras.

AFI recomienda converger hacia las posiciones mayoritariamente adoptadas por el resto de países de la UE, con una estructura fiscal que tiene un alto componente específico y un menor componente proporcional al valor.