"Un niño cuando nace es una hucha, donde su familia guarda los ahorros para su futuro". Y Fuente Álamo es reflejo de la deuda que por su naturaleza murciana Manuel Torres tenía para con la sociedad murciana. Pero "ya la he saldado". Salió de la Región con 23 años y en 1997 fundó en su tierra natal, justo a medio camino entre Murcia y Cartagena, conocedor de la idiosincrasia regional, MTorres Ingeniería de Procesos.

Y aunque sigue con el corazón dividido entre Murcia y Navarra, tiene claro que la norteña es mejor comunidad para invertir. Más exactamente la define como "la mejor autonomía de España para desarrollarse e innovar, y en el entorno cultural murciano, tanto social como político no hay todavía una conciencia clara de las necesidades de innovar" por lo que da por concluida su deuda con el crecimiento del parque tecnológico, junto al de la propia factoría. Tanto es así, que la empresa ya se nutre de capital inversor navarro más que propio murciano, en una denuncia clara de la nula ayuda recibida del Gobierno autonómico.