El Grupo Santander deberá presentar la próxima semana en la ciudad estadounidense de Miami sus alegaciones contra la demanda de un grupo de estafados por el ex financiero Bernard Madoff, que acusan al banco de conocer desde 2002 los riesgos que comportaban las inversiones en su fondo.

Según el escrito presentado por el despacho Labaton Sucharow en un tribunal de Florida (EEUU), al que el Santander debe responder antes del miércoles, las dudas sobre la legalidad del comportamiento de Madoff surgieron seis años antes de que fuese detenido y de que se interviniera su fondo.

El grupo español tenía invertidos en ese fondo 2.330 millones de euros (unos 3.450 millones de dólares) a través de Optimal, su filial especializada en inversiones alternativas.

Esas dudas quedaron plasmadas en dos informes internos elaborados por la abogada de Optimal Karine Courvoisier, en los que alertaba, entre otras cosas, de los peligros que suponía el hecho de que Madoff fuera el encargado de custodiar sus propias inversiones, un aspecto que fue determinante para mantener oculta una de las mayores estafas de la historia.

Según los demandantes, Courvoisier propuso una serie de actuaciones para comprobar la legalidad del estatus de Madoff, que "ejercía al mismo tiempo como agente de bolsa, banquero de inversión y custodio de sus fondos", lo que dificultaba la verificación de los extractos contables emitidos por su firma.

Sin embargo, los máximos directivos de Optimal, que tenían relación habitual con Madoff, aceptaron las explicaciones a sus preguntas "sin ninguna confirmación o investigación", lo que violaba sus procedimientos internos de vigilancia y control de las inversiones, dicen en Labaton Sucharow.

Courvoisier también planteó introducir en los folletos una advertencia por la que se pretendía eximir de responsabilidad al grupo, señalando que los activos en los que invertía no estaban en manos de la entidad, sino de Madoff, cuyo nombre fue sustituido por la forma genérica de "agente bursátil".

En su segundo informe, que recoge las conversaciones con Madoff, reprodujo además los consejos legales de varios despachos de abogados de Nueva York sobre las comprobaciones necesarias, "que nunca se llegaron a ejecutar", añade la demanda.

Por ello, el escrito del despacho Labaton Sucharow sostiene que Santander y Optimal incumplieron su obligación de analizar los fondos en los que invertía al no tomar medidas para proteger a sus clientes de esos riesgos, pese a las abundantes comisiones que les cobraban por esa labor.