La obra comienza así: Lucrecia Conti, la actriz más importante del cine, el teatro y la televisión de España, ha fallecido. Asistimos al gran velatorio que el Ministerio de Cultura ha organizado en su honor en un teatro -en esta ocasión el Capitol de Cieza- para que el público pueda despedirse de su admirada estrella. Sus nietas Ainhoa y Mayte ponen orden porque las muestras de cariño son inmensas. También aparece Miguel, un primo lejano cuyo parentesco real es desconocido.

Pero todo cambiará cuando los asistentes se quedan encerrados en el teatro porque el fantasma de Lucrecia se aparece para irse a lo grande. Es la 'no-despedida' de la más grande, una trama -escrita y dirigida por Manuel M. Velasco, hijo de la protagonista- que resulta irónica tras el revuelo mediático que se generó con la presentación de la obra en Valladolid el pasado mes de marzo. La estrella del reparto -y una de las actrices más respetadas y queridas de nuestro país-, Concha Velasco, anunció que ésta sería su despedida de los escenarios; una decisión de la que posteriormente se retractó, pero que hizo saltar las alarmas en torno a la intérprete vallisoletana, de 78 años.

En cualquier caso, Velasco no ha sido clara con su futuro -«Espero que no, aunque El funeral es una función de despedida», respondió a este periódico cuando se le preguntó si le volveríamos a ver sobre el escenario-, por lo que la de esta noche puede ser una de las últimas oportunidades de disfrutar de ella sobre las tablas del Teatro Capitol de Cieza.