Definirla como gran cantaora sería que- darse corto. Lole Montoya es mucho más. El bronce claro de su voz, el misterio de sus ojos, el sereno y al tiempo desgarrado compás de su decir flamenco forman ya parte de la mitología andaluza. Junto al que fuera su pareja en la vida y en el arte, Manuel Molina, formó Lole y Manuel, que desmontaron arquetipos actuando en la primera edición del Canet Rock, y revolucionaron el cante jondo con Nuevo día, con esa evocadora metáfora del amanecer: «El sol joven y fuerte / ha vencido a la luna / que se aleja impotente / del campo de batalla». Este álbum dio pie a lo que se llamaría flamenco-fusión y abrió las puertas del género a otros públicos (Quentin Tarantino utilizó Tu mirá en Kill Bill 2). Después llegarían otros discos como Pasaje del agua, Lole y Manuel, Al alba con alegría, o Lole y Manuel cantan a Manuel de Falla.

Hija del bailaor Juan Montoya y de la cantaora y bailaora Antonia Rodríguez 'La Negra', musa del underground sevillano, será la homenajeada de la XXV edición de la Cumbre Flamenca de Murcia, y ofrecerá el concierto titulado Inolvidable Sinatra. Será como volver a ese lugar del recuerdo del que nunca se fue, el lugar del alma. «Todo es de color... que hable la flor y que se calle el cardo...».

Lole, es un placer volver a escuchar tu voz y saber que estarás aquí de nuevo, después de que estuviste el verano pasado en el Cante de las Minas. ¿Qué tal fue tu reencuentro con estas tierras?

Muy bien. La gente es muy cariñosa, y la verdad es que estoy muy contenta.

Lo que te echamos de menos... Nuevo día se reeditó recientemente en formato vinilo. Fue hasta hace unos 40 años el pasaporte, todo sangre y aliento. ¿Cómo recuerdas aquellos comienzos?

Aquello es una historia real, bonita, de amor . Estábamos tan jóvenes..., teníamos unas ganas€ Como yo digo, para nosotros subirnos a un escenario era disfrutar. Mientras que vamos ensayando y viajando no, eso es trabajar, pero actuar era una fiesta. Pero de verdad, de corazón, y la gente nos acompañaba. Era un éxito. Y una complicidad, una historia€ ¡Buah! ¡Tremendo, bonito, bonito, bonito!

Ya lo creo. Publicasteis Nuevo día casi al mismo tiempo que Paco de Lucía publicó Entre dos aguas, dos discos capitales que expandieron las fronteras del flamenco€

Nuevo día es antes que Entre dos aguas.

Sí, he dicho «casi al mismo tiempo». ¿Fue por casualidad o estaba escrito en las estrellas que eso tenía que ser así?

Hombre, yo es que considero que Paco de Lucía tenía el don. Recuerdo cuando salió La novia de Rintintí, del primer disco de Camarón; entonces estábamos ensayando nosotros algunas cositas, en ese tiempo. Quien hizo nuevos flamencos fue Lole y Manuel, y después quien extendió dentro del flamenco la música fue Paco de Lucía, y Camarón es posterior. Camarón estaba haciendo el flamenco tradicional -muy bonito-. Ya era su voz -la minera, la cartagenera, los tangos de La novia de Rintintí, la bulería€-, pero todo eso es tradicional. Es desde Lole y Manuel en adelante cuando empieza el nuevo flamenco.

«Todo es de color, que hable la flor y que se calle el cardo». ¿Se vio muy radical el cambio que hicieron Lole y Manuel, o surgió de forma natural?

Para nosotros fue de forma natural, como La mariposilla. Eso fue en los tiempos de la Transición... El don de Manuel era su componer; le gustaba tocar la guitarra y componer, le gustaba cantar mucho, y yo me amoldé un a su estilo. En Todo es de color él lo que hacía era rajear. No, rajear no, dar acordes: «Todo es de color» [canta], un acorde, y después ya nos metíamos por bulería o por soleá, y después ya volvíamos a medir por seguidillas, y después... ¿Y por qué? Pues porque la medida estaba dentro de nuestro cuerpo, no es la claqueta. Era muy natural.

Dicen los que saben de esto que fue en el festival de Canet, un festival de corte, digamos, hippy underground, donde se consolidó el concepto y la cosa en sí de ese nuevo flamenco de Lole y Manuel.

Aquello fue tremendo. Se rompió mucha tradición, muchos conceptos; gente que estaba ahí diciéndonos: «¿Pero esto qué es?». Recuerdo que estaba ahí María del Mar Bonet: «No no no, es que esto€», era muy jovencita también... La gente fue entrando despacio, no era fácil, pero te lo vuelvo a repetir, es como cuando de pequeña escuchaba música árabe: Tenía que€ El oído. Yo fui educada; no que me educó nadie, sino que fui escuchando, ¿sabes? Ahí la gente no estaba preparada para escuchar, ¡pero tuvimos valor!

Más que el Guerra. Siempre has fomentado la relación entre el flamenco y la música árabe.

Sí sí, siempre. En los discos que hemos podido hemos metido un poquito. Precisamente tenemos ahí unos tangos, Canta al silencio, que haremos en Murcia, que tienen ahí una introducción de coros que hago yo muy árabe. Porque eso está dentro de mí. Con 12 años ya de edad€ En mi familia, por parte de mi madre, todos cantan árabes.

Me acuerdo de la estética, muy icónica; de la época con tus faldas largas y esos vestidos un tanto hippies, que ahora estarían muy actuales.

Dice la gente: «Vosotros eráis hippies». No, es que estábamos en el tiempo. Pero vamos, a mí me gustaban las faldas largas, los trajes largos..., como a cualquier mujer.

Nunca antes había ocurrido que una cantante de flamenco apareciera en las listas de las mejores cantantes pop de 1976, y sucedió con Lole y Manuel. ¿Alguien puso el grito en el cielo? Qué pensarían en casa€

No, no. Mi padre, que no decía ´olé´ así como así, empezó a entender que lo que hacíamos era muy nuevo. Yo lo vi tan natural. No tenía ese problema de alguna gente ortodoxa del flamenco; gente que luego se daban cuenta de que cantar por tangos, cantábamos, y sabíamos cantar por alegrías, por bulerías, hacíamos un trozo de soleá, etc.

Las letras también iban un poco más allá, tenían mayor profundidad y abordaban cualquier tema. Te gustaba cantarle a las cosas de la naturaleza. Yo diría que te gustaba cantarle a la vida.

Sí, y me sigue gustando, ¿eh? No me adapto a cualquier tema así como así, tiene que salir de mí, de gente que conozca, de Fernanda o de Bernarda Utrera.

¿Qué música escuchabais vosotros en ese tiempo?

En aquel tiempo recuerdo que estaba Pink Floyd. También los Beatles, porque eran cosas melódicas y me di cuenta de que tenían algunas influencias de la música india. En la radio te ponían a Janis Joplin, Frank Sinatra... Esas son las cosas que hemos oído nosotros.

Lole, ¿has oído Tu mirá en la película de Quentin Tarantino Kill Bill 2? ¿Se puso él en contacto contigo?

Sí. No, conmigo no. Como esto se puede poner pagando a la Sociedad General de Autores, pues, como se suele decir: ¡Viva la Pepa! Y nunca tienen la deferencia de hablar con el autor, ni de darle honra, de poner su nombre... Fíjate, yo he hecho una canción de Juan Manuel Serrat, Poema de amor, y se hace una honra... Pero ahora vamos tan rápido que nos saltamos todo.

Por cierto, llevar a Sinatra al terreno del flamenco, que es a lo que vienes a Murcia, es difícil de imaginar. ¿Te ha costado mucho?

No, porque soy yo cantando, es mi voz; no es que me ponga a imitarle. Pero él es muy sureño; dentro de que es jazz, es muy sureño.

Este espectáculo es una idea original de Antonio Luna y Francisco Moreno€

¡No, no, no!

¿Es otra cosa lo que vas a hacer en Murcia?

No. Yo voy a cantar lo mío. Eso no es de Francisco ni de Moreno ni de nadie. No, ese es otro tema; no lo toques porque no quiero hablar. Yo hice esas canciones y aquí estoy yo para cantarlas.

¿Y estás preparando nuevo disco?

No. Voy a hacer este espectáculo y ya después veré si grabo algo. Y voy a hacer esas canciones y después algunos temas míos.