De la A a la Z, así es el camino de las letras, las que están en los libros, las que nos esperan en las cerca de cien bibliotecas que hay repartidas entre los 45 municipios de la Región de Murcia. No hay un lugar con más historias que aquel en el que habitan libros, así que si lo que estás buscando es aventura, viajar, cocinar, aprender, navegar, crear, o simplemente dejar volar tu imaginación, encontrarás en eso que desde hace tantos años se llama libro un gran aliado; y dónde mejor que estos centros para encontrarlos.

Ya sea en pequeños pueblos o en grandes ciudades, todas la bibliotecas tienen algo en común: la cultura como medio de crecimiento personal y vital. Además, son espacios muy atractivos para el público infantil, y es que el colorido que suele acompañar a las zonas infantiles es sinónimo de la alegría y del movimiento de los más peques. Un buen ejemplo de ello es la Biblioteca Regional de Murcia, por la que todos los días pasan cientos de personas. Entre semana por la mañana y por la tarde el público es generalmente estudiantes, investigadores, personas con tiempo libre o que cuando disponen del mismo van a sacar en préstamo libros o leer prensa y revistas; pero al caer la tarde y llegar el fin de semana, las bibliotecas gozan de su mejor fondo de inversión con la visita de decenas de niños y niñas, que terminarán siendo los grandes lectores y lectoras del futuro.

La difusión cultural desde estos espacios es tanto para la cultura regional como para la animación a la lectura, los talleres creativos, exposiciones, cursos y cuentacuentos. En verano, por ejemplo, las Bibliotecas que hay en las playas tienen casi siempre el aforo completo, son un trasiego de niños en chanclas que buscan el refugio de las horas de más calor en lugares en los que leer es lo más refrescante que pueden llevarse a casa. Zambullirse en las letras les hará navegar en algo llamado fluidez, y sobre todo sus pequeños procesadores mentales, irán a mayor velocidad.

Es por ello que, ahora, al igual que en verano con el calor, al refugio de estos días de frío en los que el tiempo al caer la tarde no acompañe mucho a actividades de exterior por la humedad, una opción estupenda es ir a una de las muchas bibliotecas que tenemos en la Región, vale con la más cercana que tengamos de casa, aunque, por qué no, ir a una más alejada puede hacernos descubrir los pueblos y ciudades colindantes, y el trayecto nos servirá para hacer mapas mentales de espacialidad con los niños, de dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos.

Los sábados la mayoría de bibliotecas permanecen abiertas en horario de mañana, y la regional lo hace hasta las nueve de la noche. Y aunque el domingo sería un día idóneo para que estuviera abierta, ya que la conciliación familiar permitiría a muchas familias aprovechar espacios tan magníficos como punto de encuentro y de estudio, no nos queda otra que aprovechar los sábados y viernes por la tarde para ir sin prisas con los niños.

Entre las recomendaciones que hacemos desde aquí, destacamos los cuentacuentos que a menudo programan estos centros. Hay algo fantástico en estas sesiones, y es que, además de enganchar a los niños en ese momento mágico de la transmisión oral de los cuentos, sirve de base para que los más pequeños ponga su cabecita a trabajar con la construcción y explicación de relatos, de historias, que pueden extrapolar a la vida diaria, a sus pequeñas vivencias.

La Biblioteca Regional, por ejemplo, oferta cada sábado un cuentacuentos que se realiza en su salón de actos, con un aforo de hasta 60 niños. Los requisitos para acceder al mismo son: apuntarse antes en el mostrador de la zona infantil y tener el carnet de lector de la biblioteca, por lo que animo a los padres a que, si no lo tienen, se lo hagan a sus hijos, y de paso aprovechen los mayores para no salir de la biblioteca sin el suyo propio. Hecho esto, de doce y cuarto a una y cuarto del mediodía, los niños de tres a nueve años podrán disfrutar de una hora de Cuentacuentos.

Para los bebés de ocho meses a dos años también hay espacio en la Regional con ´La Bebeteca´, con un aforo de 20 niños.

Hay otras Bibliotecas como la de La Alberca en la que, como nos indica la bibliotecaria Tere Matás, habrá una oferta los sábados de un taller de ajedrez, que comenzará el 3 de febrero y se extenderá hasta el 10 de marzo en un horario de once de la mañana a doce y media del mediodía para niños a partir de 9 años. Seis sesiones en las que podrán disfrutar de todos los beneficios del ajedrez en la infancia.

Las bibliotecas, además, cada vez están más modernizadas, con recursos que se van incrementando año tras año, pero donde el esfuerzo y la calidad de trabajo es su gran valor. Cabe destacar el trato siempre amable con los niños, con los padres, con los olvidos de los préstamos, con las recomendaciones de lecturas... Un abanico de cualidades que hace que las personas que se mueven en entornos así sean realmente especiales. En La Manga, por ejemplo, en la Biblioteca de Castillitos, el trato es exquisito: nos reciben siempre con una sonrisa, y agradecemos los padres y madres que nos acercamos a estos lugares como islas en estos mares de desconocimiento e ignorancia que brillan a veces en estos tiempos que corren, a que sigan como faros luminosos de cultura y de proyección hacia lo que más queremos: nuestros hijos.

Por eso, si quieres hacer un buen regalo, siempre lo digo, que sea un libro. Y, siempre que puedas, pasa por una Biblioteca, donde no sólo encontrarás libros, sino también cine y música.