Portan largos trozos de tela multicolor, chalecos de vestir recortados, fragmentos de papel de aluminio, láminas de cartulina dobladas estratégicamente, tubos de cartón y de poliestireno y todos aquellos complementos del ser humano que éste se pueda poner de manera postiza. Estos recursos para manualidades avanzadas, entre el boceto y el resultado hay un largo periodo de tiempo y puede que un buen pellizco de dinero, pero el producto final es la creatividad pura y dura reflejada en los disfraces de los cosplayers más atrevidos.

Miles, decenas de miles de frikis, vestidos de sus personajes de anime favoritos, llenaron este sábado el Palacio de Congresos de La Fica, sus inmediaciones y el Auditorio Victor Villegas, un espacio que abrió sus puertas por primera vez al mundo anime en esta novena edición del Salón del Manga en Murcia. En torno a 20.000 personas fueron pasando por los stands comerciales y por las actividades programadas en la segunda jornada del Salón, un evento que este año, según estima la organización, ha pulverizado todos los récords al congregarse, a falta de finalizar hoy, a entre 35.000 y 40.000 amantes de la cultura japonesa.

Las famosas colas del Salón del Manga comenzaron a formarse a las nueve de la mañana, rodeando el auditorio, hasta tal punto que la organización tuvo que ampliar el dispositivo de seguridad ante la cantidad de personas que aguardaban para poder entrar. Cerca del mediodía, todos estaban dentro, excepto los escoltas, los padres, que esperaban fuera a que los más jóvenes terminaran su jornada dentro del recinto.

Tuvieron muchos de ellos un regalo sorpresa, ya que por la zona de exteriores se paseó durante toda la mañana Yuji Muto, el director de la famosa serie de anime infantil Shin Chan, el cual se mostró encantado con el evento y no paró de hacerse selfies con los asistentes. En las carpas del recinto, los otakus calentaban para participar en algunos concursos como karaoke o intentar imitar la conocida técnica de lucha de Dragon Ball, ‘Kame Hame Ha’, una versión frikizoide de otras competiciones en el aire como la de ‘Air Guitar’. La parte de gastronomía japonesa volvió a tener un hueco importante en el Salón gracias a diversas charlas y espacios donde los asistentes pudieron aprender las recetas de los platos más típicos de Japón. Los botes de ramen o las empanadillas japonesas fueron el sustento de energía de muchos adolescentes para completar la mañana de ayer.

Se abre el Auditorio

Tanto la sala Narciso Yepes como la de Miguel Ángel Clares, así como el propio vestíbulo del auditorio Victor Villegas, fueron ayer escenario de muchas actividades que se organizaban por primera vez en esos espacios, «una necesidad importante» que tenía el Salón, según su director, Antonio Álvarez, debido a su crecimiento en los últimos años y a que el recinto anterior se quedaba pequeño. En el propio auditorio, los concursos de cosplays o disfraces de anime fueron lo más destacado de la jornada.

Enfado entre los feriantes

Los stands, que durante este fin de semana ocupan el espacio principal del Palacio de Congresos, se han vuelto a cargar de productos muy variados del mundo anime y de «muchas series y cómics» que el público agradece encontrar en sus puestos. Destacan los propietarios de los stands que los compradores, muchos adolescentes, tienen un perfil bajo de coleccionista y se lanzan más a adquirir productos básicos y «sin fijarse si son oficiales o no de la serie de anime».

Otra opinión unánime entre los feriantes que llevan desde la primera edición en el Salón del Manga es que no pueden competir con el aumento de precio de los espacios que piden a la organización para exponer sus productos, algunos incluso tienen calculado un aumento del «1.500% del precio» a lo largo de los nueve años de este evento en Murcia. El director del Salón, por su parte, zanjaba la polémica recalcando que aunque si ha habido diversos aumentos del precio, la rentabilidad de los stands cubre «de sobra» la inversión inicial de los feriantes, ya que tienen un gran número de ventas a lo largo de los tres días que dura el evento.