Tras cinco años ininterrumpidos en su anterior ubicación -en la calle San Cristóbal de Murcia, junto a la Trapería-, desde 2012, el restaurante Vox Populi Gastromercado ha trasladado su especial concepto gastronómico a la calle Azucaque, junto a la Plaza Fontes, a tiro de piedra de la catedral de la capital del Segura.

Detrás del latinajo vox populi, sus artífices, Maye Maiquez y su esposo, Javier Hourcade, han desarrollado un original y cosmopolita concepto de restaurante, muy distinto a lo que podemos estar acostumbrados. Se trata de un gastromercado donde no existe carta y cada día va cambiando su excelente y elaborada oferta gastronómica -según la cocina de mercado diaria- y donde sus grandes protagonistas son las vitrinas donde podremos elegir entre la abundante oferta de platos expuestos, realizados a partir de recetas muy elaboradas. Ni tapas, ni pinchos, ni raciones, cocina de calidad y con especial atención a las alergias e intolerancias alimentarias como acredita que hayan sido validados por la Asociación de Celíacos como restaurante seguro.

El nuevo local de Vox Populi ofrece un acogedor espacio, con mesas y veladores de madera con pequeños manteles negros, con capacidad para atender a unos sesenta comensales. Cuenta también con una zona cubierta para fumadores. ¡Ah!, y sí; es cierto que el fundador de un partido político a nivel nacional tomó parte del nombre del restaurante para denominar a su formación, a partir de una cena que celebraron en el restaurante.

COCINA SIN GRASAS

La cocina de Vox Populi hace especial énfasis en evitar fritos y grasas, y cuentan con una extensa oferta de cocina vegana y sin gluten. Los sábados montan lo que ellos llaman su ´vitrina experience´, repleta de suculentas sugerencias y, de lunes a viernes, ofrecen su ´Vox menú´ que por 9,90 euros incluye un entrante, dos platos, bebida y postre.

Como hemos dicho, no cuentan con carta, puesto que sus platos van variando, o tomando algún giro diferente, cada día. Lo que no faltará nunca en sus vitrinas son entrantes como la tortillita de patatas con calabacín y cebolla, croquetas de jamón, bacalao, verduras o carrillera, las empanadillas de pollo y bacon al Jerez o las de pollo con berenjena, la ensalada templada de pollo con hortalizas, el gazpacho de remolacha o el salmorejo cordobés, o la ensalada de brócolis, arándanos, apio, zanahoria, manzana y salsa vegana sin huevo o el timbal de patatas a lo pobre con sobrasada vegana y verduritas.

Otros platos imprescindibles son sus hamburguesitas hindús de cerdo, curry y cebolla caramelizada; la ´XX´, con crema de queso al güisqui; o las de atún, berenjena o angus. También suelen elaborar lasaña de setas, carrillera de cerdo o su bocadillo cubano con jamón serrano, jamón asado, pepinillos y queso.

Entre sus platos internacionales también cuentan con empanadillas criollas argentinas, brocheta egipcia de pollo marinado o el shwarma israelí con solomillo, verduras, salsa de ajo y yogur en pan de pita.

Especial atención merece su vitrina de postres de elaboración casera, donde podremos encontrar tarta de la abuela, la de tres chocolates, tartaleta de chocolate con caramelo salado, de queso con frutas del bosque, el flan de dulce de leche argentino o las tartas mascarpone o Red Velvet.

Cuentan con una buena oferta de vinos no comerciales de Ribera, Rioja, Alceño, Juan Gil, Pino Doncel o Güertano de Jumilla y Barahonda de Yecla, que venden por copas.