El albaceteño Jacobo Serra, que comenzó en Murcia su carrera musical al frente de los nunca bien ponderados Yer Soul, presenta ahora su segundo disco, Fuego artificial (Warner Music, 2017). Y esta vez los cambios no se quedan solo en lo lingüístico -cantando en español, lo que ya hacía en el EP Icebergs, del año pasado, grabado con su actual productor, Juanma Latorre, de Vetusta Morla-. Serra también ha hecho cosas con las que nunca había experimentado a nivel sonoro, armónica y estilísticamente; incluso a nivel de afinación. Fuego artificial es un disco ambicioso, y Jacobo Serra sale airoso de esta prueba, mostrando una infinidad de recursos líricos y mucha sensibilidad.

Fuego artificial es un álbum concebido con nocturnidad y facturado con la ayuda de Juanma Latorre, guitarrista y compositor de Vetusta Morla. ¿En qué medida te ha permitido sortear tus miedos tener al lado a Juanma?

Juanma ha sido un magnífico compañero de viaje. Él me ha ayudado a poner mis ideas en orden y, sobre todo, a llevar a cabo y a hacer posible el sonido y la idea que yo tenía en la cabeza. Somos muy amigos y supongo que eso también hace que nuestra forma de trabajar sea especial; además, tenemos mucho en común y tenemos una gran complicidad. Su papel ha sido esencial, y sin él el disco hubiera sido otro.

¿Tenías alguna intención de reinventarte, de buscar otros colores en este disco? Hay varias letras a pachas con Juanma Latorre, como Lennon y McCartney.

Con este disco he intentado reinventarme y romper con lo que venia haciendo, pero siempre de una manera muy natural. Creo mucho en esa necesidad artística de reinvención, de cambio, de evolución. Juanma me ha ayudado mucho con las letras, ha sido muy importante para mí tenerle a mi lado. Él tiene un bagaje increíble como letrista en español que yo no tenía. Siempre he escrito en inglés, y ha sido todo un lujo contar con él.

¿Cambiar al castellano supuso algún momento de crisis?

Más que crisis, yo hablaría de respeto. Lo que tenía claro es que las letras tenían que estar al nivel de las melodías. Fue todo un reto para mi.

Pero los cambios en Fuego artificial no se quedan en lo lingüístico.

Es un disco de cambios, un trabajo donde me he propuesto explorar nuevos universos sonoros, donde decidí cambiar la paleta de colores. Sin duda, mi disco más electrificante hasta la fecha.

¿Es muy diferente el feedback que recibes ahora al que recibías cuando cantabas en inglés?

Lo que más estoy notando es que, al sobrepasar ese muro lingüístico, el público se emociona mucho más. Cantan las canciones en lugar de tan solo escucharlas. Llegas más lejos en términos de emoción. Y eso es fantástico para mí, pues a su vez ese retorno que me llega del público es muy emocionante.

¿Todas las canciones pertenecen a un mismo momento? La estructura del disco me recuerda a los distintos capítulos de una novela.

Es la primera vez que concibo un trabajo como un todo. Para Fuego artificial decidí encerrarme a componer, y sí, estas diez canciones son como diez capítulos de una misma historia, con un hilo conductor del que fui tirando según me iban viniendo las canciones. Ha sido además un trabajo de inspiración muy visual, me imaginaba escenarios casi cinematográficos, cuadros abstractos. Y los ambientes sonoros de las canciones no son sino los atrezos de cada historia.

Creo que en tus canciones hay un tono de melancolía, pero también de lucha y de ánimo, y parece que se aprecia más en este disco. ¿Lo ves así?

Crees bien. La melancolía es mi musa más fiel. Pero también hay afán de superación, y mucha lucha? y mucho optimismo. Todo esto me inspira y me ha inspirado siempre. También hay mucho existencialismo, amor tóxico, preocupación social e incluso enfado político. La constante es la lucha. Creo que todos somos un poco activistas.

¿ El activista de tu canción tiene una causa concreta?

Esta canción es una reivindicación a la creo que malograda figura del activista. Pero además me permití la licencia de hacerla un poco mía, y de utilizarla para hablar también de mi propia lucha. Creo, como decía antes, que todos somos un poco activistas de lo nuestro.

¿Cómo llevas eso de que te digan 'beatle manchego' ahora que parece que estás más cerca de Radiohead, por ejemplo?

Siempre lo he llevado bien. Son comparaciones o etiquetas que me tomo como grandes piropos, y que a la vez intento no creerme mucho. Radiohead ha sido desde luego una banda muy influyente para algunas de las texturas de este disco.

Icebergs parece que se comunica con Deshielo , que abre el disco. ¿Buscabas crear un puente entre dos etapas?

Todo está conectado. El disco comienza derritiendo ese iceberg en Deshielo. El comienzo es una despedida del frío en toda regla.