Durante unas dos décadas, Dover fueron paladines del rock alternativo español, una revelación sin precedentes en el territorio indie. Reventaron las listas de venta, consiguieron que sonara rock cantado en inglés por un grupo español underground en el circuito comercial y hasta arriesgaron con discos que exploraban sonidos radicalmente diferentes, como la música disco electrónica o los sonidos orientales. El último disco de Dover (un correcto Complications), a pesar de ir a rebufo de la gira revival de Devil came to me -dejando atrás los experimentos electrónicos-, solo resistía seis semanas entre los 100 discos más vendidos del país. Ese fue el detonante, y Dover decidieron que era el momento de parar; pero también fue el germen de New Day, un proyecto nacido a la estela de dos de sus exmiembros: Amparo Llanos y Samuel Titos, cuya alineación se completó con Jota Armijos en la batería.

Stay sirvió como single, y New Day no han parado de viajar este verano, presentando su disco debut, Sunrise, con el que han emprendido el principio de una nueva era musical en sus carreras. Hemos charlado con Amparo Llanos, que esta noche en Musik se pone al frente del micrófono en New Day.

Cris quería dejar el grupo y alejarse de la música unos cuantos años. ¿Fue eso lo que sucedió? ¿Cómo vivisteis el final de Dover?

Sí. Cris estaba ya cansada, y, como bien dices, quería dejar la música. Samuel y yo, en cambio, queríamos seguir ad infinitum, así que un día me puse a hacer canciones sin saber muy bien ni quién iba a cantarlas ni cómo iba a ser el futuro. Le pregunté a Samu si quería hacer un grupo conmigo y me dijo que sí. El principio del fin de Dover fue triste para mí; en cambio, el final fue liberador, porque ya habíamos hecho todo lo que teníamos que hacer y me apetecía mucho estar otra vez en la casilla de salida.

Cuando salió el último disco de Dover, Complications , ¿intuíais que le quedaba poco al grupo? Pensábamos que quizá otro disco más. No mucho más lejos?

Ahora, en ausencia de tu hermana, pones voz no solo sobre el papel. ¿Cómo llevas este papel protagonista, de frontwoman ?

Lo cierto es que cantando soy más yo que nunca; cantando y componiendo. Si me lo hubieran dicho hace tres años, habría pensado que quien me lo decía estaba mal de la cabeza. Es lo genial de la vida, que nunca se sabe por dónde va a salir.

El disco lo producís vosotros, ¿es una filosofía de banda o sucedió así porque no apareció ningún sello que os quisiera editar?

Producimos nuestros discos porque nos gusta mucho hacerlo y lo consideramos parte de nuestro proceso creativo. Autoeditarte te da libertad, pero te carga de llamadas, mails y burocracia, que francamente es odioso.

Los comienzos son lo mejor en la carrera de una banda. ¿Cómo recuerdas aquellos comienzos de Dover a mitad de los noventa? ¿Se parecen en algo a los de New Day?

¡Los 'empezares' son lo mejor en un grupo y en casi todo lo demás! Recuerdo los de Dover con muchísimo cariño, porque tener el futuro incierto delante es increíble; y más increíble es que ahora volvemos a estar en una vivencia muy parecida, haciendo cada cosa con muchísima ilusión, y los triunfos pequeñísimos pareciéndonos inmensos. New Day y Sunrise son el reflejo de ese estado de ánimo.

El disco es realmente variado en estilos. ¿Este contraste es algo que habéis buscado a propósito?

Cuando empecé a componer las canciones estaba escuchando por gusto a Chuck Berry, a Ralph Stanley, a Bob Dylan, a Sister Rosetta Tharpe, e imagino que, como siempre pasa, algo se me pegaría. Todos ellos son artistas de country, folk y gospel.

¿Qué tienen en común las canciones del álbum?

Cuando me pongo a componer no pienso. Cavilar estrategias y crear algo son conceptos que están absolutamente reñidos, de manera que me puse a hacer canciones; y, como enseguida supe que las iba a cantar yo, imagino que ya solamente eso hacía que no se parecieran mucho a las de Dover. La primera vez que Cris escuchó una canción nuestra no nos reconoció.

¿Cómo ha sido la grabación con Brian Hunt?

La grabación con Brian fue muy buena, rápida y al grano, porque teníamos pocos días de estudio.

¿Qué ha inspirado las letras?

Las letras intentan ser un poco expresión poética de lo que supone mirar hacia dentro, y evocar momentos de mi vida que podrían parecerme insignificantes, pero que se han quedado grabados en mí como si fueran una foto o un trozo de película, y que en el fondo son muy importantes para mí. Yo sé lo que me digo...

¿Es New Day un proyecto con vistas al futuro, o algo que os apetecía hacer ahora?

No sabemos lo que duraremos como grupo, porque es imposible saberlo, pero sí sé que tenemos muchas ganas y mucha ilusión. Tantas ganas que ya estamos haciendo canciones nuevas.

¿Echas de menos Dover o has conseguido atenuarlo con New Day?

Estar en Dover 25 años fue alucinante; compartir el grupo y tantas experiencias con Cris fue lo mejor que me ha pasado en la vida, pero New Day es algo tan nuevo y emocionante para mí como lo fue estar en Dover, lleno de retos como entonces.

¿Cómo os están recibiendo a New Day? ¿Os piden canciones de Dover en vuestros conciertos?

La gente que viene a los conciertos se lo pasa muy bien, y no, no nos piden canciones de Dover.