La XXXVII edición del Cartagena Jazz Festival echa a andar hoy con la mujer como protagonista. De los doce conciertos, seis están protagonizados por artistas femeninas. Las voces de Maria Arnal, Eliane Elias, Cyrille Aimée o Concha Buika, junto a Chick Corea o Michael Nyman, sobresalen en un programa que comienza esta noche a lo grande con Luisa Sobral y Dee Dee Bridgewater. La portuguesa presentará su cuarto disco, Luisa (producido por Joe Henry), seis años después de su primera visita a Cartagena -y a España-. Entonces vino a presentar su primer trabajo, The cherry on my cake, y hoy ya ocupa un espacio importante para los amantes de las canciones. Además, ahora el gran público también la conoce tras componer para su hermano Salvador la canción ganadora del último festival de Eurovisión 2017, Amar pelo dois.

The cherry on my cake era el disco de una cantante que soñaba con vivir en París, que había disfrutado del ambiente de Nueva York, y que mostraba su amor por Lisboa. ¿Qué nos puede decir de su nuevo disco, Luisa ?

El disco Luisa es el de una cantante que ya volvió de París y que está feliz en Portugal. También es un disco que sigue teniendo mucha influencia americana. Antes de grabar el disco, y cuando compuse las canciones, estaba escuchando muchos cantautores americanos, como Joni Mitchell, Bob Dylan, Tom Waits... Entonces creo que este disco sigue teniendo jazz, pero tiene mucho de ese folk que me encanta y de esas canciones donde las palabras son tan importantes.

¿Cuál cree que es el gran logro de su nuevo disco?

Yo creo que el sonido del disco es muy, muy bueno. El ingeniero de sonido era increíble, y los músicos son muy buenos también. No es que en los otros no sea así, pero creo que este tiene algo especial. En esta ocasión hicimos los arreglos allí mismo, en el estudio, cuando estábamos grabando. Yo no tenía nada preparado. El productor y yo habíamos decidido las canciones, pero los músicos ni las habían escuchado, así que yo les tocaba la canción y empezábamos a grabar y a crear todos juntos, y eso ha sido muy especial para mí.

¿Qué es lo que más le atrae de tocar en directo?

La reacción de la gente; sentir esa energía. Es distinto, no sé... Aunque la gente no dice nada, hay una energía que se siente, y eso me encanta. Me encanta saber que la gente está escuchando las palabras que escribí y que está sintiendo algo con mi música.

Ahora el gran público la conoce tras componer para su hermano Salvador Sobral la canción triunfadora de Eurovisión 2017, Amar pelo dois . ¿Cómo se fraguó su aventura eurovisiva? ¿Pensó que podía ganar Eurovisión?

Me invitaron a componer una canción para el Festival da Canção, que es como Objetivo Eurovisión pero en Portugal. Allí ya casi nadie ve Eurovisión; al menos yo no tenía amigos entonces a los que les gustara Eurovisión y el Festival da Canção. La organización quería cambiar el rumbo, modernizarse, hacer algo distinto, así que decidieron citar a algunos compositores de la nueva generación en Portugal, y uno de los invitados fui yo. Me dijeron: «Puedes cantarla tú o puedes invitar a alguien a cantarla», así que se lo propuse a mi hermano. Él no era conocido en Portugal, y yo quería que la gente lo escuchara, porque sabía que tenía una voz increíble y un enorme talento. Así que cuando la compuse yo sabía que no era una canción eurovisiva, pero quería hacer una canción bonita, que quedara bien en su voz, en su estilo. No quería ganar, yo no pensaba en eso. Yo tengo mi trabajo, mis conciertos; solo quería hacer algo de lo que me sintiera orgullosa.

Entonces compuso Amar pelos dois pensando en Salvador.

Sí, claro. Cuando compuse la canción ya tenía la voz de mi hermano en mi cabeza.

¿Cómo ha resultado la experiencia eurovisiva?

Fue increíble ver que la gente, aunque no entendía las palabras, seguía pudiendo sentir la música y sentir la intención de una canción que es sencilla y 'desnuda'. Creo que eso fue muy bonito para los músicos en general, porque recibí muchos mensajes que decían eso de que ahora los músicos siguen creyendo que a la gente al final le gustan más las canciones de verdad. Para nosotros lo más especial fue eso, saber que los músicos estaban felices y que sentían que nosotros podíamos cambiar algo.

¿Qué estilos del jazz le gustan más? ¿El jazz tiene que ser un género contemporáneo?

Hay muchos tipos de jazz, no tiene que ser necesariamente contemporáneo. Hay jazz más antiguo, y hay gente que hace el jazz más antiguo de un modo más contemporáneo también. Creo que esa es la belleza del jazz. Es un estilo, pero no debería serlo, porque es casi una libertad de hacer lo que se quiere hacer. Es casi como un lenguaje de improvisación y creatividad. Personalmente, me encantan músicos como Brad Meldhau -uno de mis favoritos-, y otros más antiguos como Joe Pass; también cantantes como Nat King Cole. Hay muchos estilos dentro del jazz que me gustan.

¿Se siente, en este momento de su carrera, más madura artísticamente para transmitir estas emociones a flor de piel?

Sí. Un artista se siente siempre más maduro en cada disco, es lo normal. Pero sí, me siento más confiada en mí misma, y en compartir mis ideas, mis emociones.

En sus canciones le gusta contar historias. ¿La dimensión romántica y melancólica se puede encontrar también en su música?

A mí me encanta contar historias, pero en este disco no hay tanto de eso. Es un poco más sobre mí y mi vida. No hay tantas historias; bueno, sí, mis historias. Y tiene una parte muy romántica también, más que los otros discos. En los otros discos las historias de amor son siempre un poco tristes; aquí no, aquí hay otro tipo de historias con otro tipo de final.

Hablemos de la mujer y de la industria de la música. ¿Cree que, a diferencia de a los hombres, a las mujeres se les exige en este sector ser siempre jóvenes, sexis y provocativas?

Yo creo que no. Nunca intenté ser sexi y esas cosas. Soy músico, yo no tengo que ser esas cosas; claro que si tengo que hacer unas fotos me van a poner maquillaje y tengo que hacer mi trabajo bien, pero creo que a veces las propias mujeres tienen ese prejuicio y piensan que tienen que ser sexis siempre. Si nosotros no nos vendemos así nadie nos va a comprar así. Yo estoy segura de que voy a poder cantar cuando tenga 90 años si quiero. A la gente que le gusta mi música, no le gusta porque yo sea sexi o bonita.

¿Qué podemos esperar de su concierto con Dee Dee Bridgewater?

La parte más increíble de este disco es que los conciertos son siempre distintos. Eso es lo que más me gusta. Yo tampoco sé lo que se puede esperar, pero quiero que sea especial. Tengo ganas de volver a Cartagena; ya tocamos allí hace cinco o seis años y tengo muchas ganas de volver.