Josele Santiago, cantante y principal compositor de Los Enemigos, publicaba hace unas semanas su quinto disco en solitario, Transilvania; otra referencia que se suma a su ya larga lista de títulos y que contiene algunas de las mejores canciones que haya compuesto en su carrera. El madrileño vuelve a mostrar en este nuevo disco su tradicional descreimiento y tristeza ante un mundo gris y hosco. La suya es una fina sabiduría compositiva, inteligentemente osada en ocasiones, siempre opuesta a lo vulgar o previsible. Verle madurar da gusto, como saber, gracias a sus canciones, que hay un jugoso y precioso mundo más allá del corsé del rock. Así es. La producción de Raül Refree se aventura a hurgar en lo básico, y muchas canciones tiran de lo más crudo para acentuar así la claridad. Hacía seis años que no cantaba material nuevo. Y está contento.

Han pasado casi seis años desde Lecciones de vértigo , ¿se coló la grabación del último LP de Los Enemigos y lo retrasó todo?

Siempre estoy escribiendo, o al menos intentándolo, así que, cuando les planteé a Los Enemigos grabar material nuevo en 2014, era muy consciente de que mi quinto trabajo en solitario, que llevaba bastante adelantado, se me iba a acabar descabalando en mayor o menor medida. Me encerré a escribir canciones, pero al menos cinco o seis de las que ya tenía acabaron en Vida inteligente. Tuve que empezar prácticamente de cero para concebir Transilvania.

¿Qué supuso el reencuentro con Los Enemigos?

Fue extraño al principio, pero luego se convirtió en algo muy intenso y gratificante. Hemos sido capaces de aparcar nuestras diferencias para resucitar a la banda, que suena como nunca antes lo había hecho. Me produce un inmenso placer cada concierto que ofrecemos, cada ensayo, cada paso adelante que damos. Es todo un lujo poder compaginarlo con mi carrera en solitario. Aún me parece que estoy soñando cuando vamos por ahí en la furgo.

En este cancionero parece que brillan las imágenes, incluso que haya abundante inspiración cinematográfica. ¿Cómo fueron saliendo estas nuevas canciones?

Me interesan las imágenes potentes y evocadoras. Básicamente es de lo que se nutren mis canciones. A veces cuento una historia a través de ellas, y otras simplemente las dejo ahí confiando en que surtan efecto, esto es, que sean capaces de excitar la imaginación del que las escucha. Tomo notas constantemente, paseando por ahí; puedo apoyarme en un buzón de correos o el capó de un coche para escribirlas. Al cabo de un tiempo me junto con un montón de ellas, y entonces sí que me retiro un tiempo al bosque para ponerlas en orden y encajarlas en alguna de las melodías que guardo cuando juego en casa con la guitarra.

Raül Refree tiene fama de productor invasivo. ¿Cómo ha sido la interacción en el estudio?

Raúl es una persona muy activa, tiene mucha energía y ha acumulado mucha sabiduría musical a lo largo de los años. Además aporta toneladas de ilusión, que es algo fundamental en este trabajo. También sucede que no piensa demasiado en estilos, se centra en lo que le piden las canciones. Pero la última palabra la tiene siempre, si quiere, el artista. Yo no me tiro tres años trabajando en una canción para dejarla después en manos de nadie. Sé lo que quiero para ellas, lo que no quita que entre al estudio con la mente abierta. Raül tiene mucha imaginación y una visión musical muy amplia y clara; eso es fantástico, pero los dos hemos tenido muy claro nuestro papel, y el respeto mutuo ha presidido la grabación. No me he sentido invadido en ningún momento, al contrario.

¿Cómo llegas a Transilvania ?

Bueno, doy con ese título mientras leo El castillo de los Cárpatos, de Jules Verne. Así, a bote pronto, a un nivel puramente intuitivo, me parece un título cojonudo. Es contundente y pone en guardia instantáneamente. Así que lo anoto en mi cuaderno.

¿Qué viene a significar? ¿Dónde está el conde Drácula?

Poco a poco me voy dando cuenta de que el paisaje que se describe en el libro se asemeja mucho al que sugiere el conjunto de las canciones. Agreste, escarpado, hostil; con una presencia del mal muy fuerte, aunque a la vez bastante abstracta, exactamente igual que occidente después de la crisis financiera. En 2007 pudimos constatar que detrás de los líderes políticos y la democracia, existe un poder sin rostro mucho mayor. Ignoramos muchas cosas sobre él, y eso nos vuelve supersticiosos, como los habitantes de los pueblos de Transilvania en las novelas o las pelis de vampiros.

El álbum arranca con Un guardia civil , que quizás se haya interpretado mal en estos días del procés . ¿Cuál es la lectura correcta?

No hay una lectura 'correcta'. Las canciones, afortunadamente, no funcionan como los acertijos. Un guardia civil parte de un sueño en el que estoy en lo que parece el patio de una cárcel y un guardia me tira las llaves mientras señala con la cabeza hacia la puerta y me apunta con su fusil. La imagen es muy potente y en seguida vi que había una canción ahí, en esa situación tan comprometida y chunga. Tal y como yo lo veo, habla del precio de la libertad, pero cualquier otra lectura sería igualmente interesante. Como te decía antes, busco imágenes potentes, que lleguen. Me da igual la lectura que se haga, lo que me interesa es que excite la imaginación del que la escucha. Que remueva algo en su interior. Que emocione, vaya.

¿ Ángel surge de tu enfado con el mundo? ¿Qué te repatea más en estos momentos?

Esta canción intenta retratar uno de esos días en los que uno se avergüenza de pertenecer a la especie humana. Un cabreo monumental. Los incendios en Galicia, Portugal y el norte de España, las inundaciones en el sureste de EE UU y el Caribe, por mencionar solo dos acontecimientos recientes, son consecuencia directa de la avaricia humana. La Tierra se está colapsando y seguimos hablando de ella en tercera persona, como si no fuera con nosotros. Somos una especie arrogante, irresponsable y ridícula. Nos comportamos como un puto virus.

No se equivoca el mal parece que tiene también una buena carga de rabia envuelta en un tono apocalíptico...

Bueno, teniendo en cuenta el comportamiento autodestructivo de la especie humana, se puede decir que tiene los días contados. No es que lo diga yo, la comunidad científica lleva ya mucho tiempo en alerta roja, pero claro, los líderes políticos y financieros, que entienden mucho más que ellos de estas cosas, dicen que es una falacia creada por alarmistas y radicales. Trump se salió de la conferencia sobre el cambio climático, y a los tres o cuatro días el huracán Ofelia arrasó el sur de los Estados Unidos.

¿Dirías que es un disco en el que hay más preguntas que respuestas?

Sí, diría eso de cualquiera de mis discos. Sólo soy un tío que escribe canciones. Como dijo aquel, la respuesta está en el viento.