León Benavente, el supergrupo comandado por Abraham Boba, se ha convertido en un ejemplo de éxito tardío. Un disco debut con título epónimo que consigue gran impacto editado de forma independiente y 150 conciertos para presentarlo; un EP más tarde y, tres años después, un segundo disco, 2, ahora bajo el paraguas de Warner, que les vale para ser premiados por El ojo crítico y estar presentes en un sinfín de listas de lo mejor de 2016. Los galardones les llueven y en festivales son casi omnipresentes.

A pesar de ser un grupo con relativamente poca trayectoria como banda, todos sus componentes ya eran bien conocidos en el mundo indie-rock por formar parte del elenco de Nacho Vegas y Tachenko, y en este tiempo han conseguido establecer una línea alternativa a sus bandas de origen y dar forma a una agrupación totalmente distinta a las acostumbradas hasta ahora. Caracterizados por tener un directo muy potente, entre lo progresivo y lo psicodélico, con las luces y el sonido consiguen meter al espectador en su atmósfera de indie-rock.

Este año no han parado y han recorrido todo el país por diferentes festivales y conciertos en solitario. En su debut, en Murcia en 2013, ya se intuía que León Benavente iba a ser mucho más que una agradable sorpresa. Y así ha sido. Lo que comenzó como una conjunción de talentos con intereses afines, alcanzaba este año un contundente nivel de madurez. Una de las giras más exitosas de los últimos años en España ha sido la suya, y ya se preparan para despedir su último disco con dos conciertos muy especiales el 14 de diciembre en Barcelona y el 16 de diciembre en La Riviera de Madrid.