Esta noche, el flamenco será el sonido protagonista en el patio del Museo de la Música de Barranda con el guitarrista Vasco Hernández, uno de los talentos más prometedores de la nueva guitarra flamenca. Su composición, que combina una amplia gama rítmica, se funde con un sentido melódico que da como resultado un compuesto de sonidos limpios y la agresividad más característica de la guitarra flamenca. Hernández ha ofrecido conciertos en distintas ciudades europeas, entre los que cabe destacar los celebrados dentro de las giras por Suiza y Grecia y la apertura del Festival Flamenco de Setúbal, en Portugal, pero a partir de las diez y media será la pedanía caravaqueña, en la tercera jornada del ciclo 'A la luna de Barranda', la que disfrute de su toque.

¿Qué se va a encontrar el público este sábado en Barranda?

Buena música, y una noche que será mágica. Además, un ciclo como 'A la Luna de Barranda' tiene todos los alicientes para que sea una noche inolvidable.

¿Cómo nace su pasión por el flamenco?

Es algo que se remonta a mi infancia, un poco por el barrio en el que me crié. Luego me interesé por otras músicas. Pero el piano fue mi primera experiencia con la música a los seis años; y luego, de mucho ver en el barrio y mucho tocar la guitarra de mi vecina -que fue con la que comencé-, acabé adentrándome en el mundo del flamenco y de la guitarra.

Es un músico autodidacta, ¿cómo fue su aprendizaje? ¿Cómo ha ido ganando cualidades?

Las cualidades se ganan con el paso de los años. Soy totalmente autodidacta. Intenté estudiar en algún momento de mi vida algo de armonía, ya que me interesaba mucho el jazz, pero no conseguí encajar en ese mundo, no me gustan las cosas preestablecidas, y pasar por ese trance no me fue fácil, así que continué de una manera autodidacta; vamos, que se puede decir que jamás he tenido un estudio previo a lo que hago.

Ha realizado giras en el extranjero. ¿Cómo se vive el flamenco fuera de nuestras fronteras?

Con una acogida muy bonita. De hecho es una de las experiencias más bonitas que puedes tener en ese sentido. Entender cómo alguien desde fuera, sin ningún tipo de prejuicio, llega puramente a la música y a la emoción. Te encuentras una acogida muy bonita y eso hay que agradecerlo, encontrarte un público tan respetuoso. Existe mucho respeto y, sobre todo, mucho aprecio por nuestra cultura, y eso es algo muy grande que hay que poner de relieve.

¿Qué lugar le ha sorprendido más?

No tengo un sitio en clave. Tengo experiencias muy buenas de giras como, por ejemplo, en Grecia, que fue una gran experiencia, así como en Italia. Al final no te quedas con un solo lugar; cada uno te ofrece una cosa diferente y al final te quedas con el total, recordándolo con mucho cariño.

¿ En qué está trabajando ahora mismo?

Ahora mismo estoy con un nuevo disco que espero que esté terminado para el año que viene, pero sobre todo terminando de pulir éste. Es un disco que está rodado y empieza a sonar, así que ahora disfrutando mucho de lo que le queda a este disco, que espero que tenga una larga vida. El próximo trabajo está lleno de cosas interesantes, de nuevas participaciones y es una experiencia añadida de vida.

Y ya, por último, ¿qué consejo le daría a las personas que en estos momentos se inician en el mundo de la guitarra?

Sobre todo que tengan mucho amor y paciencia. Creo que ambas cualidades están ligadas, ya que el amor es lo que sustenta a la paciencia a la hora de continuar y crecer en este mundo. Al final es creer en lo que uno hace y poner toda la experiencia que vas cogiendo con el paso de los años.