El río Segura ha servido de sustento económico durante milenios a los habitantes de toda su cuenca. La abundante variedad hortofrutícola de la Región de Murcia es fruto de la riqueza de sus aguas y de las fértiles tierras que lo circundan. Pero hablar del Segura no es sólo referirse a la agricultura y a sus cultivos, porque también, desde tiempos primitivos, sus aguas han servido para la diversión y, sobre todo, para mitigar el calor a los vecinos de esta tierra.

Y así sigue sucediendo hoy en día. Desde Calasparra hasta Blanca, el Segura acoge a cientos de bañistas que prefieren utilizar las frescas aguas del río para hacer más llevaderos los tórridos veranos murcianos.

Los lugares más populares y utilizados en Calasparra se sitúan junto al Santuario de la Virgen de la Esperanza, donde acuden masivamente los vecinos de la ciudad del arroz. Aguas abajo, y ya con vistas al cañón de Almadenes y a Cieza, los más atrevidos no se privan de darse un buen baño en el remanso que el río origina antes del salto de la presa de la Mulata; y luego, tras el furor de las aguas bravas de los Almadenes, los bañistas encuentran tranquilos y placenteros lugares en los parajes ciezanos del río Muerto, la Hoya García, la Presa, el Arenal y el Menjú, ya en la frontera con el municipio de Abarán.

Es en esta última localidad, el Segura se vuelve a ensanchar en lugares como el Jarral, donde la presa de regulación de aguas proporciona un placentero tobogán acuático. Allí, los pescadores conviven con los que quieren darse un remojón en estas fechas.

Hasta el Azud de Ojós, el Segura es un río vivo en el que los lugareños combaten las altas temperaturas con sus frescas aguas. A su paso por el municipio de Blanca, el río ofrece una bonita estampa que combina el antiguo puente romano con las nuevas edificaciones.

Los mejores lugares para darse un buen remojón son:

En Calasparra, junto al Santuario de la Esperanza, el río se rodea de una exuberante y amazónica vegetación. Las aguas cristalinas son la tónica de un lugar ideal para mitigar el calor.

En Cieza existen varias zonas donde el río acoge a los bañistas. El Gorgotón, en Almadenes, es, además, un lugar de aguas templadas donde un manantial mana desde el propio río. La Hoya García, el Río Muerto, La Presa, el Arenal y la Era son otras de las playas fluviales que se localizan en este municipio.

En Abarán, el Jarral es sin duda el sitio perfecto para combinar baño y diversión en el tobogán artificial de la presa.

En Blanca, las mejores zonas de baño son la Playa del Arenal y el Embarcadero del Club de Piragüismo. También debajo del puente es un buen lugar y de escasa profundidad para darse un buen remojón en la bonita localidad de la Vega Alta.