¿Qué es para usted una buena novela negra?

Una trama bien urdida. Sin personajes perfectos. Donde el escritor te lleva por caminos insospechados y te sorprende en la recta final, sin darte cuenta que te lo estaba diciendo durante toda la trama. Tú creías que era tal personaje o tal otro, pero luego te llevas la gran sorpresa. Y cuando das marcha atrás, recapitulando, caes por tu propio pie en el error, sintiendo una fuerte emoción al saber que estabas equivocado. Eso para mí, es la buena novela negra.

¿Cuáles serían sus personajes y autores negros favoritos?

Podría decir que Edgard Allan Poe. Pero para mí, sin duda Arthur Conan Doyle con su Sherlock Holmes, sin olvidar a Agatha Christie con Miss Marple y Hércules Poirot. De nuestro tiempo me gustan mucho Pepe Carvalho de Manuel Vázquez Montalbán, Frederick Forsyth aunque no tiene un personaje definido, pero sus novelas me parecen de una trama envidiable. Son los que más he leído.

¿Se ha sentido atraído por este género desde siempre?

Confieso que de chaval me gustaba mucho la novela de Ciencia -Ficción. Isaac Asimov, H.G.Wells y Julio Verne. Increíbles. Pero descubrir a Sherlock Holmes fue como abrir la Caja de Pandora. Descubrí todo un reto de inteligencia y maestría, por la resolución de asesinatos.

¿Qué opina de la expansión que vive en España este tipo de literatura?

De un tiempo a esta parte, he visto una proliferación muy extensa. Otra cosa será la calidad que esos libros lleven impresos. Por el momento, estoy descubriéndolos poco a poco. No obstante, reconozco que, detrás de un libro, siempre hay un gran trabajo realizado. Independientemente de que guste más o menos o no guste.

¿Y qué le ha traído a participar en estas jornadas, qué espera de Cartagena Negra?

A mí me ha traído el escritor y profesor Antonio Parra. Para mí ha sido un gran placer y por supuesto, un gran honor que haya contado con mi presencia. Estar entre escritores profesionales siempre será un orgullo. Aparte lo mucho que se aprende. Espero estar a la altura de las circunstancias. De Cartagena Negra espero que siga creciendo al ritmo que lo hace. Le da a nuestra ciudad una categoría bien merecida. Pero sobre todo, y de lo que estoy totalmente seguro, es de que tendrá una gran influencia en todas aquellas personas que son lectoras y en las que no lo son para leer más de lo que lo hacen.

¿Cuáles son sus armas y métodos preferidos a la hora de matar?

Cuanto más retorcido mejor. La soga antes que el arma de fuego. Cuanto más rudimentario mejor. Eso da mucho juego. A los lectores les gusta el morbo, indudablemente.

Elija algún personaje real para quitar de en medio y justifique el crimen, claro.

A un político corrupto. Por apropiación indebida de bienes públicos. Creo que me recrearía en la escena.

¿Qué tiene su personaje de atractivo como para protagonizar una novela negra?

Nada de perfeccionismos. Muy natural. A pesar de ser un profesional en la materia que le haya tocado hacer, dentro de la novela, tiene que ser ‘humano’. Físicamente del montón, a menos que le toque ser un entrenador de gimnasia. Su cuerpo tiene que ser como el de cualquier mortal. Tiene que tener defectos, como todos tenemos en la vida real. Sentimientos. Profesionalidad y experiencia. Eso es lo que hace a un personaje atractivo. Ya sea protagonista o antagonista.

¿Por qué eligió para su trama el siglo XX, y por qué esos años en concreto?

Porque es una época que, aun no siendo reciente, es bastante cercana. Porque da mucho juego en cuanto a la mentalidad de aquellos años. Me gusta el ambiente en el que se desarrolla por lo mencionado anteriormente. Sin ser reciente es bastante cercana y creo que muchos lectores se sienten identificados con la época.

¿Cuál va a ser su próximo paso literario?

Dios mediante, una precuela de El legado del mal, mi primer libro. Ambientada en los años 50 en un pueblecito gallego de la Costa Da Morte. Diré que, para no comprometer a ningún pueblo de nuestra geografía gallega, le he dado un nombre ficticio. Se llama Castelouriño, y lo he situado entre los pueblos de Beo y Malpica. Un inspector Manzano más joven, pero lleno de frescura sin perder la profesionalidad que, en este caso, es algo menos experimentado.

¿Cómo valoraría la eclosión que vive el género negro en la región?

En principio muy positivo. Cualquier libro, para mí, es siempre positivo. Y por supuesto, un escritor también. Dentro de esto habrá que saber qué nivel vamos a alcanzar, lógicamente. Solo el tiempo lo dirá.

Ofrézcale algún consejo al lector de novela negra.

Mi consejo es que, a menos que sea una obra infumable, que se siente en una buena butaca, se ajuste el cinturón y disfrute de los detalles y estilos que el escritor le va a ofrecer.