Aitana Sánchez-Gijón protagoniza la versión de Las Troyanas de Eurípides, realizada por Alberto Conejero, en la que desaparece el artículo para dar voz no solo a las mujeres de la Troya asolada por los griegos sino a todas las mujeres desde la Antigüedad hasta hoy que padecen como mujeres el horror de las guerras.

El montaje, estrenado recientemente en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y que se representa en San Javier con todas las localidades agotadas, está dirigido por Carmen Portacceli que ha empleado texto, sonido e imagen para lanzar un mensaje que sea «un tiro certero al corazón del público». El lenguaje es una «bomba», bellísima y poética «pero una bomba», explicaba la directora en la presentación de la obra, que pone a las mujeres en el centro del relato.

La escenografía, del yeclano Paco Azorín, contribuye a universalizar el mensaje de la obra de Eurípides y se inspira en la matanza de Hula, al norte de Siria, ocurrida en 2012, con imágenes de víctimas y ciudades arrasadas por los bombardeos en ese país.

La obra coproducida por el Festival de Mérida, el Teatro Español y Rovima Producción está protagonizada por Aitana Sánchez-Gijón como la reina Hécuba junto a otras seis actrices, Alba Flores, Maggie Civantos, Pepa López, Míriam Iscla y Gabriela Flores, con un único actor, Ernesto Alterio, un mensajero con conciencia de la barbarie producida. Cuenta además con iluminación del jumillano Pedro Yagüe.

Troyanas invita a las mujeres que se repartieron como un botín tras la guerra de Troya a que se expliquen «porque además de todo ese trato violento e injusto , también está la forma de hacerlas pasar a la Historia como si ellas hubieran elegido su destino», explica la directora del montaje, para la que las mujeres en las guerras son «las olvidadas de los olvidados».

Tras la representación, Aitana Sánchez-Gijón recibirá el Premio del 48 Festival Internacional de Teatro, Música y Danza en reconocimiento a toda su carrera como actriz.

En la piel de Medea

Sánchez-Gijón reconoce que su personaje no le ha supuesto un esfuerzo especial, ya que hace dos años ya representó en Mérida el dolor de Medea, que en este caso le llevó a la venganza, mientras que Hécuba destaca por su «resiliencia».

Su lucha es para que «al crimen no siga el olvido», lo que conecta a su juicio con la memoria histórica española, «tan enterrada», denunció.

Para su papel se ha apoyado precisamente en lo ocurrido en la guerra civil española y en las noticias del día a día.

Tras hacer de Edipo, Alterio interpreta a un «pobre hombre» que tiene sentimientos ante el horror que se está produciendo y que debe explicarse cada noche por lo ocurrido.

Flores es Políxena, un personaje que no aparece en la obra original de Eurípides; Civantos, Helena; Iscla, Cassandra; López, Briseida, y Flores, Andrómaca.

Políxena quiso vivir libre, nunca en la esclavitud, y pese a su pureza y juventud prefirió morir, explicó Portaceli.

A Troyanas se le ha suprimido el artículo del título original para referirse a todas las guerras, en las que las actrices troyanas explican que más allá del dolor y el sufrimiento las mujeres a las que representan, con vestuario de hoy y colores muy mediterráneos, tienen el valor de levantarse y seguir adelante. La obra se estrenó en la 63 edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida.