Algunos tiburones están declarados especies protegidas debido a su escasez por la pesca masiva. En la costa de la Región hay aproximadamente 70 ejemplares, entre los que destacan la pintarroja, el marrajo y la tintorera. Esta cifra muestra que la presencia de tiburones no es del todo inusual. Precisamente, en agosto del año pasado, dos escualos aparecieron en el puerto de Cartagena y en la playa de Bolnuevo en Mazarrón, con un margen de cuatro días entre uno y otro.

En el caso de Cartagena, el animal nadó próximo a la dársena de botes del muelle, junto a la Cola de la Ballena. Fue avistado por el encargado del centro de control de Cámaras de Vigilancia de la Autoridad Portuaria y, tal y como indicaron algunos profesionales, el que se acercara tanto al puerto fue un hecho «muy excepcional», ya que era el primer tiburón que se aproximaba a la costa desde hacía más de diez años.

La tintorera, también denominado tiburón azul, es un depredador que tiene la necesidad de nadar constantemente debido a que puede llegar a asfixiarse si se encuentra parado. Además, estos animales eligen en qué zona prefieren estar según la temperatura del agua. Cuando se ven en espacios tan reducidos como en la costa y con el oxígeno más bajo por estar en un entorno con el agua más caliente, el animal se encuentra desorientado, e incluso puede que enferme.

«Hace más de 40 años era muy frecuente ver tiburones por la Región», confirma el presidente de ANSE, Pedro García. Debido a la pesca de palangre, la especie de tiburón marrajo fue declarada en 2013 protegida por sus masivas capturas. Existen otros tipos de estos depredadores, como el tiburón martillo o el zorro, del que un cadáver apareció en 2006 en La Manga y es muy habitual en todo el Mediterráneo. «Algunos tiburones pequeños de fondo son capturados por arrastre, como la tintarroja», asegura García. «El tiburón peregrino se puede observar, pero han disminuido mucho en general», concluye.