El saxofonista y flautista Jorge Pardo, elegido mejor músico de jazz europeo por la Academia de Jazz de Francia y galardonado con el Premio Nacional de las Músicas Actuales, siempre le han llegado hondo las músicas del jazz y el flamenco. Uno de sus primeros hitos profesionales tuvo lugar en el mítico grupo de fusión Dolores, junto al cantante Pedro Ruy-Blas y el pianista Jean-Luc Vallet, entre otros. La formación fijaría el inicio de la modernidad jazzística española.

Posteriormente, el mismísimo Camarón le invitaría a grabar La leyenda del tiempo, un disco que rompió todos los moldes flamencos, iniciando a partir de ese momento colaboraciones con todos los grandes, desde Enrique Morente a Ketama. Otro de los momentos álgidos en su carrera fue el lanzamiento de Diez de Paco (Nuevos Medios, 1995) junto a Chano Domínguez. El álbum supuso la consagración de un lenguaje jazzístico decididamente nuestro, y su participación en el sexteto de Paco de Lucía le llevó por todo el mundo, como luego sucediera a raíz de su integración en la banda Touchstone de Chick Corea.

Entremedias, un montón de enormes discos manufacturados en mil y una formaciones, aunque la de trío sea la que más ha calado gracias a esa terna de primera división que forma con el bajista Carles Benavent y el percusionista Tino Di Geraldo, o su otro trío alternativo, el D´3.

La música de Jorge Pardo no entiende de fronteras. Lo último que ha publicado es Djinn, un proyecto que fusiona el groove con los orígenes del flamenco, que fue elegido mejor disco de flamenco en los premios MIN 2017. ´Djinn´ significa ´genio´ en árabe, pero también se puede traducir por ´duende´, ´espíritu´ o ´esencia´, y Pardo pretende conjurar el espíritu del flamenco y capturar su esencia a partir de los cantaores que más le han cautivado e influido a lo largo de su vida. Sus seguidores están acostumbrados a esperar de él lo inesperado, y es lo que nos vamos a encontrar en esta visita a Jazz San Javier en su veinte aniversario.

P Jorge Pardo elegido mejor músico de jazz europeo por la Academia de Jazz de Francia. ¿Por qué crees que te premiaron? ¿Qué importancia le das a los premios?

R Cualquier mención es bienvenida siempre. En este caso, creo que tenían también a una generación de músicos españoles que a nivel oficial no nos habían dado ni agua para este largo recorrido...

P Vienes a ofrecer un espectáculo por los veinte años del Jazz San Javier. ¿En qué va a consistir? ¿Cuál es tu vinculación con el festival?

R Pues no se puede decir que sea un asiduo del festival, ya que he venido contadas ocasiones, pero siempre agradables y en buena compañía; y con buenos recuerdos. Esta ocasión es un poco especial, ya que vengo dirigiendo una banda de cracks -el extraordinario guitarrista flamenco Niño Josele, el cantante y bailaor Tomasito y el gran pianista de jazz Albert Sanz-, y para un cumpleaños que parece que marca la mayoría de edad para el festival. Rara vez en mis conciertos se sabe a ciencia cierta lo que va ocurrir, y esta no podía ser más que otra ocasión de esas para dejar abierta la ventana al destino...

P Llevas cuarenta años abanderando el jazz y el flamenco para acercarlos a lo que suena en la calle. ¿Es difícil encontrar músicos jóvenes para afrontar un proyecto como el de Djinn Metaflamenco? ¿De qué manera te interesa el hip-hop?

R Me interesa toda la música que te hace mover la cadera y menear tu alma y tus pensamientos. Djinn es lo que estoy cociendo últimamente, y mi emoción es creciente con estos sonidos. Me encanta encontrarme con músicos de nueva generación con el dominio de diferentes lenguajes y de la nueva tecnología, y crear una fantasía de lapsus temporal.

P Se cumplen 25 años de la muerte de Camarón, elevado a mito. La leyenda del tiempo rompió todos los moldes flamencos. ¿Qué recuerdos guardas de tu paso por esa grabación?

R Caótico proyecto y sin resultado comercial en su momento. Cuando uno tira una piedra al centro del estanque, tardan en llegar las ondas a las orillas.

P Tú que estuviste cerca de él, ¿qué tipo de músico consideras que era? ¿Qué ha significado Camarón para Jorge Pardo?

R Cuando estás al lado de alguien con mucho arte como Camarón, más que aprender algo en concreto -que también-, te impregnas de su esencia. Hombre callado y con un gran mundo interior.

P También se te recuerda mucho por tu trabajo junto a Paco de Lucía. ¿Cuánto te marcó? En una ocasión te vi con el Sexteto acompañando a Paco de Lucía en el Colisseo dos Recreios (Lisboa), con el disco de Falla. Fue algo increíble.

R Pues tú lo estás diciendo... Esa banda tenía una fuerza descomunal, quizá dada por esa generación, por nuestra vivencia y vehemencia, como también por la gran cantidad de conciertos que hacíamos. Todo eso te marca para siempre.

P En tu web leo sobre tus masterclasses: «Tengo 56 años, soy payo, no soy andaluz, sino madrileño, y hago flamenco» ¿Es para dar ánimos?

R Goethe contestaría algo así como que el arte y la ciencia son bienes sublimes del espíritu y pertenecen al mundo entero sin importar de dónde vengas ni qué condición tengas, siempre respetando tus orígenes.

P ¿De dónde nació ese afán de explorar nuevos caminos? ¿Has tenido la sensación de estar haciendo algo que podía trascender?

R Estás tan ocupado sintiendo lo que haces que no te da tiempo a pensar en si eso va a trascender. En este momento de mi vida, uno ya va sabiendo que lo que hiciste hace unos años solo se hará visible tiempo después. Como te dije antes de gente como Camarón, Paco, Pedro Ruy-Blas, Carles Chick, etc., más que aprender algo en concreto, te impregnas de ese gusto por adentrarte en lo desconocido.

P Introducir el saxo y la flauta en el flamenco supongo que no estuvo exento de críticas. ¿Cómo las has capeado?

R La peor crítica es que te ignoren, y también he pasado por eso. ¿Mi ventaja? Haber podido llenar la nevera, estar siempre aprendiendo, tener ilusión y hacerlo cada vez mejor y mejor.

P ¿Por qué te has sentido siempre atraído por la fusión de estos dos géneros, el jazz y el flamenco? ¿Te han ayudado las fusiones a conocer el arte jondo?

R Uno a veces va aprendiendo de lo de fuera y, casi sin darse cuenta, poco a poco se va metiendo hacia dentro. Al final la música y el arte es trance, y esa es la jondura. También se van descubriendo las cuestiones esenciales y fundamentos. Pero sobre todo tienes que amar lo que haces. Tanto el jazz como el flamenco han sido culturas que he tenido siempre muy cerca, pero también a Hendrix, Juan Sebastián Bach, la música caribeña, sudamericana, oriental y un largo etcétera.

P Te diste a conocer en el sello Nuevos Medios, al frente del cual estaba Mario Pacheco. ¿Crees que faltan referentes así en la industria española?

R La industria discográfica tiene que saber reinventarse. Nuevos proyectos y nuevas formas en nuevos soportes. Está por ver...

P Con tantos conciertos, habrás vivido experiencias memorables. ¿De todos los músicos que has conocido, cuál es el que más te ha impresionado?

R ¿Un concierto en el Amazonas en una tribu perdida, quizás? ¿Una sesión en Maputo con Cheny? ¿Unas tardes perdidas con Camarón enseñándome una taranta? ¿Cualquier concierto con Paco y sus compañeros? ¿Estar en el estudio escuchando cómo graba Gil Goldstein un solo de acordeón? Podría seguir así hasta aburrir, ¿pero por qué no mi próximo concierto en San Javier?

P ¿Crees que Dolores merece un reconocimiento mayor?

R [Risas] En su momento merecimos algunos conciertos más. Ahora ya no importa.

P ¿Tocas más en festivales de jazz o de flamenco? ¿Te sientes más reconocido fuera que dentro de España?

R Parece que todo en mi vida es un eterno yin yang. Casi todo a partes iguales.