El mismo modo que al offside -osea el fuera de juego- en Murcia toda la vida lo hemos llamado orsai, a los primeros pick-up -es decir, tocadiscos- nuestros mayores los llamaron, cómo no, como su propio nombre indica: ´picú´, y ese, ni más ni menos, es el nombre retro elegido por Daniel Carrillo y Miguel Castaño para su coqueta tasca de la calle Cánovas del Castillo que abrió sus puertas el pasado 22 de abril.

Con capacidad para unos 40 comensales entre la barra y el salón, cuentan con mesas pequeñas y veladores con taburetes, una ventana con barra a la calle para fumadores y una cuidada decoración donde prima la madera, bombillas atadas con sogas y grifos en lugar de interruptores. Por supuesto un auténtico ´picú´ de la época preside el local.

En su oferta culinaria encontramos interesantísimas tapas frías como la especial marinera Picú sobre crespillo de Lorca, embutidos ibéricos, patés, tablas de quesos, tostas variadas, micuit de foie gras, Quiche lorraine, alcachofa con jamón, parmesano y bechamel. Uno de sus platos estrella es su timbal de verdura con queso de cabra gratinado o con bacalao al horno. Preparan tres tipos de ensaladas y mini brochetas de atún con piña y de solomillo de cerdo, cuatro tipos de montaditos, bocadillo de ventresca con huevo, tomate y mayonesa o el bocadillo Picú de pechuga, bacon, queso, tomate, lechuga, cebolla confitada y salsa Picú. También cuentan con brochetas de langostino y rape con salsa de frutas y tosta de lenguado con gambas con salsa tártara. Al horno también hacen pluma ibérica con mango y salsa agridulce o solomillo de ternera con foie y salsa de tres sojas. Cuentan con vinos franceses, de Jumilla, Ribera, Rioja y Rueda.